La portavoz de Podemos tuvo muchos problemas en la última sesión del Congreso durante el pasado miércoles debido a la actitud que está tomando acerca de los procesos judiciales que se encuentran actualmente en marcha.

En esta semana Podemos ha tratado de llevar al Congreso de los Diputados de nuevo el debate que existe sobre la financiación ilegal del Partido Popular y la corrupción de este mismo partido pero el resto de diputados han sabido contestarle muy bien y le han devuelto la pregunta acerca de las relaciones que mantienen con el régimen existente en Irán y Venezuela.

Irene Montero le preguntó durante la sesión al ministro de Justicia Rafael Catalá sobre los pinchazos telefónicos existente hacia Ignacio González el presidente del Gobierno y a Eduardo Zaplana dentro del caso Lezo.

Irene Montero, como ya hizo también durante la semana anterior, buscó endurecer el debate exigiendo al Partido Popular que no jugara con las instituciones para que no le sirvieron de tapadera en cuanto su corrupción, que dejaran de ser un partido corrupto y que devolviesen todo el dinero que habían robado a los españoles.

Rafael Catalá: Lecciones de Podemos las justas

El ministro de Justicia le contestó a Irene Montero en el mismo tono y Rafael Catalá alegó la frivolidad de la portavoz de Podemos de llevar al Congreso de los Diputados una investigación que se encontraba en marcha y unas oídas dentro de lo que se considera unas conversaciones privadas y le dio de su misma medicina recordándole cuando escuchó a Pablo Iglesias en conversaciones de ese mismo tipo diciendo que daría azotes hasta hacer sangrar a Mariló Montero o el insulto que también le propinó a otra periodista llamándola orca desencajada.

Catalá siguió defendiéndose por su parte alegando a que no se dedicaban al cotilleo aparte de recordarle a Podemos unas recientes acusaciones de que se llevaba el dinero de Venezuela e Irán en B y que eran unas palabras que se han dicho tanto en el Parlamento como en público en referencia a las declaraciones que hubo en el Senado por parte de un ex socio de Podemos, Enrique Riobóo.

Rafael Catalá terminó su alegato diciendo que los de Podemos no le iban a dar a ellos y lecciones de ningún tipo ya que luego se iban a abrazar a Otegi algo que dejó sin palabras a la portavoz Irene Montero y que sin duda fue para volverse a pensar si sacar en medio del hemiciclo algo relacionado con causas judiciales en marcha. Y con ello cerró de un tajo su intervención en el Congreso de los Diputados.