Centenares de manifestantes opositores salen a las calles del país suramericano a exigir la renuncia de Nicolás Maduro por la crisis económica y política que ha conducido a este país a una crisis humanitaria jamás vista en su historia republicana.
El gobierno de México, por su parte, ha asumido el liderazgo en Latinoamérica en la gestión de la crisis venezolana, dando un giro de 180 grados en su posición. México, que forma parte de la Organización de Estados Americanos jugará un papel clave para la activación de la Carta Democrática Interamericana.
La oposición democrática venezolana ha convocado más movilizaciones, cada día más contundentes donde el ejército venezolano y los colectivos de pago del gobierno de Nicolás Maduro endurecen la represión generando mayor confrontación entre los opositores más radicales. Hasta ahora la ONG Foro Penal Venezolano ha contabilizado 67 detenciones fruto de las protestas.
Llamado a la fuerza armada
El presidente del parlamento y coordinador de Primero Justicia, Julio Borges, ha hecho llamados a la Fuerza Armada Nacional, convocándolos a atender a la constitución y desoír al gobierno en sus planes de represión, así lo ha reiterado hoy desde uno de los puntos de concentración de las protestas en Chacaíto: “Los militares pueden jugar un papel estelar”.
Por su parte, el recientemente inhabilitado líder de la oposición venezolana y gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles, ha endurecido su discurso y ha prometido recorrer cada pueblo del país hasta conseguir la convocatoria a elecciones presidenciales. Esto lo manifestó arropado por los principales líderes de la Mesa de la Unidad Democrática, quienes mostraron su solidaridad.
La oposición venezolana ha prometido más protestas y cada vez más frecuentes y ya se comienza a notar la territorialización de las protestas que hasta ahora estaban concentradas en Caracas, se han reportado protestas e incluso detenciones arbitrarias en varios estados del interior del país.
Elecciones retrasadas
Es importante destacar que en Venezuela, el Consejo Nacional Electoral tenía la obligación de realizar elecciones a gobernadores el año pasado y durante este año se debería organizar un calendario electoral para las elecciones municipales pero luego del arduo proceso del revocatorio y del complejo y discutido diálogo, las elecciones quedaron en segundo plano para este órgano y se convirtieron en la principal bandera de lucha de los demócratas venezolanos.