Ernesto Guevara, más conocido como el Che Guevara, fue el guerrillero más simbólico del siglo XX. Nació en Argentina en 1928 en el seno de una familia aristocrática y de gran poder adquisitivo. Defendía con pasión el peronismo, el movimiento político más parecido al fascismo de Mussolini. Se dice que mostraba un gran respeto por Perón e incluso lo llamaba ‘’el capo’’. No obstante, no tenían ninguna relevancia política en su país natal, ya que todavía era un joven de familia rica que se dedicaba a estudiar medicina.
Una vez terminados sus estudios, comenzó a viajar por toda Latinoamérica.
Sus viajes le permitieron conocer la realidad del pueblo latinoamericano que él desconocía por completo, gracias a su privilegiada posición económica. Tras pasar por Perú, Ecuador, Venezuela y Guatemala, llegó a México, donde conoció a Fidel Castro y a Raúl Castro en 1955. El Che, todavía no conseguía encontrar una respuesta que explicara la miseria en la que se veían sumidos la mayoría de los ciudadanos latinoamericanos. Sin embargo, tras trabar una gran amistad con los hermanos Castro, tuvo claro que el enemigo número uno y el principal responsable de todos los males era Estados Unidos. El Che se unió al grupo revolucionario como médico y el 2 de diciembre de 1956, desembarcó junto a los hermanos Castro en la playa de ‘’Las Coloradas’’.
Allí comenzó la ‘’Revolución Cubana’’ y pudo dar rienda suelta a su mente perversa y criminal.
Tras derrocar al dictador Batista y ya instaurado en el poder Fidel Castró, fue nombrado director de dos campos de concentración (“La Cabaña” y “Guanahacabibes”). En ambos campos el Che exterminó sin compasión a campesinos, homosexuales, disidentes políticos e incluso partidarios castristas.
También fue importantísima la labor del Che en la creación del Estado policial cubano. Por un lado, se creó el G-2, cuya función era la creación de una policía ciudadana (basada en el modelo de ‘’la Checa’’ y contó con el asesoramiento de la KGB); por otro lado, el G-6, cuya función era adoctrinar a los militares.
El Che Guevara nunca escondió su racismo, su odio a los homosexuales y su amor por la muerte y la tortura.
La izquierda comunista ha creado un discurso en torno a él que muchos ignorantes compran. No obstante, la realidad es que el sanguinario guerrillero lo único relevante que ha conseguido para la humanidad es convertirse en un símbolo del capitalismo plasmado en gorras, camisetas, tazas, etc.
Estas son las 10 frases que definen a Ernesto Guevara:
1- Fusilamientos, sí, hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario.
2- Los jóvenes deben aprender a pensar y actuar como una masa. Es criminal pensar como individuos.
3- Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento, la prueba judicial es innecesaria. Estos procedimientos son un detalle burgués arcaico. ¡Esta es una revolución!
Y un revolucionario debe convertirse en una fría máquina de matar motivado por odio puro.
4- El odio es el elemento central de nuestra lucha.
5- ¡Patria o muerte!
6- Los mexicanos son una banda de indios iletrados.
7- Los negros, esos magníficos ejemplares de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño, han visto invadidos sus reales por un nuevo ejemplar de esclavo: el portugués.
8- Tengo que confesarte, papá, que he descubierto que realmente me gusta matar.
9- A Guanahacabibes se manda a la gente que no debe ir a la cárcel”
10- ¡No me maten, valgo más vivo!