El Primer Ministro inglés, David Cameron, del Partido Conservador, ha convocado un referéndum para preguntar a la población británica sobre la permanencia en la UE. El motivo que ha llevado a esta situación es producido por el carácter peculiar de Reino Unido dentro de la Unión.
Los británicos piden como requisito para mantenerse dentro de la UE mantener sus privilegios monetarios (es decir, su moneda propia), además de rechazar la cesión de soberanía de obligado cumplimiento al pertenecer al club europeo.
Cuando Reino Unido ingresó en la UE consiguió mantener intactas algunas de sus particularidades como potencia insular.
A lo largo de la historia, su carácter de isla le ha brindado una independencia respecto al resto del Continente que consiguieron mantener a la hora de ingresar en la Comunidad.
De esta forma, mantuvieron intactas cuatro áreas de gobierno donde su legislación prevalecería sobre la legislación comunitaria, que para el resto de países es de obligado cumplimiento. Además de mantener su propia moneda (como ya se ha comentado anteriormente), también se permitió que ellos mismos controlaran sus propias fronteras, no participando, de esta forma, en el conocido como Espacio Schengen. A esto hay que sumar su soberanía propia en materia de políticas sociales, libertad, seguridad y justicia.
Esta posición interna favorable respecto al resto de socios europeos no es suficiente para los británicos, que quieren gozar de un estatus mucho más beneficioso.
En realidad, la intención de Cameron no es la de salirse de la UE, simplemente está jugando a la amenaza para conseguir más privilegios. Pero, ¿cuál será el resultado? Todavía quedan unas horas para saberlo, pues el Referéndum se celebrará el próximo 23 de junio.
Puntos clave
Las exigencias de Cameron para permanecer en la UE se basan en cuatro puntos, que deberán ser aprobados por los socios y gobiernos europeos y por el propio Parlamento:
El primero trata de una clara restricción a la inmigración, pues se quiere que los ciudadanos de otros países de la UE en suelo británico no puedan pedir prestaciones hasta que hayan transcurrido cuatro años en el Reino Unido.
El siguiente requisito trata sobre un estatus beneficioso para aquellos países comunitarios que conserven su propia moneda. Constaría en que, estos países (como Reino Unido o Dinamarca) no tengan la obligación de participar en rescates a otros países comunitarios. En este punto hay que añadir un dato, pues el Reino Unido no ha participado en ninguno de los rescates acontecidos hasta la época.
Si el primero de los puntos era no participar en el Espacio Schengen de libre circulación de ciudadanos europeos, este tercer punto se basa en la exigencia a la UE para que dé mayores facilidades en la libre circulación de bienes, servicios y capitales.
El último de los puntos hace referencia a la cesión de soberanía que cualquier país de la UE tuvo que hacer en el momento del ingreso. El proyecto está basado en el mayor peso del Parlamento europeo con respecto a los parlamentos nacionales, convirtiendo el Continente en una federación. Pero Cameron no quiere esto, pues su pretensión es que el Parlamento británico siga gozando de su independencia.
Con todo, la carta que ha jugado Cameron es democrática, pues no hay nada más democrático que un referéndum. Aun así, los demócratas españoles han criticado la actuación del Primer Ministro por dejar decidir a su población sobre un tema así. Cara y cruz de la democracia.