Ciudadanos, ese desconocido que ahora está llamado a ser la solución al bipartidismo. Hace 10 años era formado a raíz de Ciutadans de Catalunya, por intelectuales catalanes contrarios al denominado "nacionalismo obligatorio" impuesto en Cataluña. Al frente el carismático Albert Rivera, que ha ido ganándose la confianza de la gente hasta llegar a ser el político mejor valorado de España.

Ciudadanos se ha situado como el partido centrista por excelencia, sobre su ideología, insisten en que buscan lo mejor para el país, sin etiquetas de izquierda o derecha, solo el propósito de solucionar la difícil situación que ha agitado España en los últimos tiempos, ofreciendo una alternativa fiable y eficaz, han conseguido un ascenso meteórico postulándose como la cuarta fuerza política nacional, muy cerca del resto de partidos.

Un partido diferente, cuyas objetivos son la lucha contra la corrupción en la política y el rechazo a una Cataluña independiente, defienden el derecho de ser tanto catalanes como españoles. Podría parecer un partido más, sensacionalista y demagogo, pero C's es, como ya hemos dicho, diferente. Ninguno de sus integrantes ha sido imputado por corrupción, con la promesa firme de que si alguno de ellos es imputado, quedará fuera de sus listas.

Pero lo realmente admirable de C's es la increíble transparencia que ofrecen, con dos clicks llegamos a un desglose del dinero utilizado por el partido, ingresos y gastos, un gráfico donde explican en qué gastan el dinero de sus afiliados, así como informes, presupuestos, auditoría interna...

Algo impensable en cualquier otro organismo político, luchan contra la corrupción, dando el ejemplo, no solo prometiendo.

Grandes propuestas, transparencia absoluta, una alternativa al bipartidismo coherente, un programa económico con la colaboración de Luis Garicano (economista de prestigio internacional, director de departamento en la London School of Economics) y una buena campaña de cara al público, con A.

Rivera defendiendo sus ideas diariamente en televisiones y radios nacionales, algo admirable.

Todo ello ha despertado los miedos y temores del resto de partidos, que han pasado de verlos como un partido minoritario a que sean un verdadero rival para sus intereses de gobierno. El PP ha sido el que más en evidencia ha dejado este temor ante el vertiginoso ascenso de C's, a la vista del gran número de votantes que están ganando de sus filas, criticando en el debate del estado de la nación a C's y dándole el mote despectivo de "Naranjitos", algo que hábilmente han transformado en su icono.

El último ejemplo de lealtad a sus principios se dio ayer tras las elecciones de Andalucía, C's dejó claro que no pactaría ni apoyaría a ningún partido que tuviera algún imputado en sus filas. Rivera, tras ser preguntado por si apoyaría la investidura de Susana Díaz, fue claro y conciso:

"Si no echa a Griñán y Chaves, no cogeremos el teléfono"

Aunque la socialista se ha mostrado públicamente contraria a hacer, por lo que no apoyará la investidura de Díaz en la primera votación. En resumen, un partido con las ideas claras, con promesas que cumple, al menos por ahora, con una estructura interna muy sólida y un líder que se ha convertido en el mejor valorado de los políticos españoles.

En un país coherente y sin un bipartidismo tan marcado, sería el claro ganador de unas futuras elecciones generales, el verdadero cambio de rumbo de un país hundido, pero esto es España, ¿vencerá la coherencia de una vez por todas?