Tras la polémica entrevista dada por el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en La Sexta, donde insinuaba que los próximos en ser escrachados podrían ser Ayuso y Abascal si seguía la crispación social, Pablo Echenique ha tenido la suya por un tema similar. Ayer, en la red social Twitter, publicó la foto del periodista de OkDiario, Alejandro Entrambasaguas, y alertó a sus vecinos de Fuencarral de que un “sicario mediático”, que diría que era periodista, estaba merodeando por las calles del barrio para acosar a las familias de cargos públicos, en este caso él.

Como el líder de Unidas Podemos, calificó de negativa y mafiosa el generalizar este tipo de actuaciones. Sin embargo, paradójicamente, Echenique también ha entrado en el juego de Iglesias de señalar a políticos y periodistas desafectos a su ideología, siempre de una forma más o menos velada.

Parece que los señalamientos de personas han propiciado el inicio de las listas negras

Advirtió a sus seguidores de que pronto “OkCloacas” (como llamó al periódico) haría un señalamiento para que los perros de presa de VOX sepan dónde tienen que ir a 'acosar'”. En el último tweet llamó a plantar cara a esta gente (no aclaró la forma) que habían hecho de la profesión periodística algo humillante, destructor de reputaciones y envenenadores de la democracia.

Estos tweets recibieron muchísimas críticas por parte de periodistas y ‘tuiteros’ por hacer exactamente lo que él critica y el incentivar que se persiga a los periodistas que están desempeñando su oficio con la excusa de que, supuestamente, su intención es ir a acosar a políticos o cargos públicos.

Los tweets publicados por Echenique propiciaron que la cuenta del diputado fuera masivamente denunciada en Twitter por incumplir las normas de la plataforma.

Es irónico que los popularizadores del escrache, ahora en el poder, hayan cambiado de ética sobre la acción política en la calle

No solo la polarización de las posiciones ideológicas va cada día acrecentándose más en España, sino que, desde instancias tanto del Gobierno como de la oposición, se promueve la misma.

Es cierto que la oposición golpea contundentemente en contra del Gobierno en los medios y las redes sociales, donde se les puede hacer realmente la crítica de ser más agresivos, pero las caceroladas y pequeñas manifestaciones a las 21:00 se caracterizan generalmente por ser actos pacíficos, que solo pretenden hacer que el Gobierno escuche y vea el descontento de parte de la población española.

Es indudable que la calle ha sido históricamente un territorio controlado por la izquierda, quien ve que poco a poco la están perdiendo. Por eso, sean velados o no, los llamamientos a hacer frente a la oposición por parte de Iglesias y Echenique, los cuales saben perfectamente que los grupos antifascistas tienen una gran capacidad de movilización.

Por supuesto que hemos entrado en una dinámica peligrosa – y parte de ella es la de llamar a un periodista llamándole sicario mediático - pero esta no se resuelve con intentar dinamitar las marchas, sino defendiendo las ideas pacíficamente, no gritando más alto que el otro. Y no hay que olvidar una cosa: Iglesias y Echenique son parte del Gobierno.