En la entrevista que Risto Mejide hizo el pasado domingo a Jesús Calleja, hubo muy pocas palabras huecas o vacías. Todo lo contrario. En poco tiempo, dijo cosas muy grandes, con total naturalidad, como quien sube el Himalaya o va al Polo Norte andando.

Jesús ya me había ganado hace tiempo, me gusta seguir los triunfos de mis paisanos, y ver como en su caso, se lo curran y se arriesgan para conseguir un sueño. Pero tras esta entrevista, me ha ganado del todo. Creo que ha expresado de forma muy sencilla la fórmula de la felicidad.

¿Y qué opina Calleja sobre la felicidad?

Para empezar, dijo algo muy básico, que es que hay un problema en nuestra sociedad: no le damos importancia a la felicidad. ¿Por qué? Principalmente porque nadie nos enseña desde pequeños a ser felices.

Cuando somos pequeños nos enseñan a memorizar datos, a elegir entre ética o religión, a ser mejores estudiantes, a realizar múltiples actividades extraescolares...pero no nos enseñan a ser felices, a disfrutar con las personas y no con las cosas, a valorar el ser y no el tener, a sacar lo positivo de cualquier circunstancia, a enfrentarnos a las adversidades... en definitiva a vivir.

Por eso, según Calleja muy bien dijo, las personas viven cabreadas en su día a día, enfadadas con su trabajo, pensando continuamente cuando llegará el final del día, el fin de semana, las vacaciones o la jubilación.

Porque nadie nos ha enseñado a disfrutar del trabajo y de la Vida, a pesar de las circunstancias y las adversidades.

Y lo que dijo, fue por experiencia propia. Uno de sus primeros trabajos, fue el de peluquero. Sabía que no era el trabajo de su vida, que no le gustaba, pero le buscó la gracia e intentó encontrar lo mejor de su profesión a pesar de todo: formarse, viajar, innovar, y sobre todo divertirse.

De hecho, llegó a ser campeón de España de peluquería.

La felicidad cuesta dinero

Y llegó un momento en el que tuvo la osadía de dejar un trabajo que no le gustaba pero en el que ganaba dinero, para perseguir sus sueños. Se hizo guía de viajes, y en un momento dado, en la cima más alta del mundo, se dio cuenta de que ese era el objetivo de su vida: volver a experimentar momentos sublimes como ese.

Y a partir de ahí no ha dejado nunca la aventura de vivir.

Tras contar su experiencia, soltó una frase vital: "la felicidad cuesta dinero. Hay que perseguirla". Sino eres feliz, tienes que cambiar tu vida. La suerte no viene sola, la suerte se busca.

En definitiva, os recomiendo ver la entrevista. Hay mucho jugo en ella, y aunque no os guste Calleja, dice cosas que son muy grandes. Y lo dice por experiencia y con experiencia