Una de las últimas polémicas es la batalla que se ha desatado con la simbología: el amarillo y las cruces las banderas. Todo esto cada vez va a más y es natural; puesto que una de las premisas claras en ello, siempre es la tolerancia del contra puesto.

Falta de tolerancia en el Parlament

En el Parlament debe prevalecer la tolerancia y lo vivido últimamente es un claro ejemplo de que este valor es inexistente. El señor Carrizosa de Cs quitó un lazo amarillo que estaba en un asiento de delante de él, el cual volvieron a colocarlo nuevamente y el señor Carrizosa advirtió al presidente de la mesa que si nadie lo sacaba, personalmente lo haría.

Y como lo advirtió, lo hizo, el político lo sacó y lo tiró a unas sillas posteriores.

Lo que ocasionó una riña de colegio del Parlament. En ningún momento el señor Carrizosa preguntó que de quién era el lazo que estaba en esa silla, si lo hubiera hecho se hubiera dado cuenta de la crueldad que hizo. Ese lazo era de el injustamente preso de Joaquim Forn, quien gracias a su encarcelamiento injusto, había caído enfermo. Pero eso no le preocupó al señor Carrizosa. Con el perdón de mucho, a este tipo de acciones lo llamo nula tolerancia e injusta humanidad.

El señor Carrizosa hizo un gesto de hooligan en un campo de fútbol, sin tener nunca en cuenta las repercusiones que eso puede ocasionar. Cuando se habla sobre todo en el grupo del artículo 155 del famoso odio que se está promoviendo, podría este señor ver lo que hace en en Parlament.

Y leer las primeras noticias de Joaquim Forn.

La batalla por los símbolos ha cogido nueva fuerza, pues no son casos aislados, los acontecimientos conforme va pasando el tiempo van cogiendo más fuerza.

El símbolo del color amarillo

Se ha convertido en el color estrella, puedo estar de acuerdo con aquellos que no les gusta una playa llena de cruces, pero hay algo en todo ello que si lo estoy: el significado.

A mí tampoco me gusta que haya gente en la cárcel por sus ideas políticas y me aguanto, no es lo mismo la libertad de colocar cruces, que arrancarlas con extremada agresividad a quién las puso, si hablamos de tolerancia. Debe de ser igual, quién nos acusa de violencia, suelen emplearla con grupos de ultra derecha y agrediendo sin contemplación.

Es bastante incomprensible la razón de algunos de acusarnos de una posición de supremacía, usan el símil de violento o nacional socialista, más esa posición de vernos similitudes con ellos, es el todo falta de toda ética y posicionamiento adecuado.

Cuando no existen justificaciones claras, se suelen buscar otras: romper España en odios desmedidos, legalidades utópicas y otras que su justificación es un tanto dudosa.

Dice el refrán "Que la duda mató al gato"