En primer lugar, el punto de partida es olvidarte por completo a acudir un día antes o peor aun, ese mismo día a una sesión quita-bigotes, cejas, patillas y todo lo que implique un proceso irritante sobre tu cara. La clave es: prevenir. Por ello, acude a la sesión de depilación días antes de tu cita. Lo mismo sucede con los fáciles, muchas veces tu piel queda muy roja y en ocasiones, hasta las temibles es`pinillas hacen su aparición estelar; en estos casos, no uses tus dedos para exprimir estas molestas inflamaciones, a menos de que lo hagas días antes y luego ni queden señas de su aparición.
En el mismo sentido, los cambios radicales de look deben quedar completamente descartados. Aunque creas que por tener una cita importante debes ir al salón de belleza, esta no es a mejor idea. Recuerdas las veces que lloras cada vez que miras el look de señora que te dejaron en un pasado. Seguramente ni loca estarías dispuesta a salir así. Si quieres lucir guapa e ir al salón de belleza, opta por hacerte algo sencillo y rápido.
Por otro lado, la prevención no solo tiene que ver con el maquillaje sino con el hecho de conseguir el permiso con suficiente tiempo de antelación, ya sea con tus padres (si aún lo necesitas) o con diferentes ocupaciones y responsabilidad, como la universidad o el trabajo.
Podrás estar más que lista y guapa para la cita.
Cuida que el estuche de cosméticos este de tu lado
Es obvio y muy recomendable que no satures tu maquillaje, ya que puede hacer lucir como un “payaso” y hacerte ver muy fuera de lugar, sea a donde sea que vayan.
Tampoco cometas el error de vaciarte la botella de perfume como si lo regalaran.
Si lo dejas impregnado de tu aroma en lugar de extrañarlo, es muy posible que lo odie.
Pero lo contrario ocurre con el desodorante. Si bajo situaciones de estrés acostumbres sudar mucho, descarta las camisas blancas y las franelilla negras sin manga, esto es para no traer manchas terribles y desagradables en la ropa.
Ahora bien, en cuestión de peinados olvídate de los complicados.
Si tu opción es plancharte el cabello, lo mejor sería que vayas a la peluquería apara que no tengas que salir corriendo a la primera gota de lluvia sobre tu cabeza (si sucede).
Por último, por nada del mundo salgas de tu casa sin antes observar cada uno de tus detalles en el espejo. Lo mismo sucede si vas al baño, recuerda esas viejas anécdotas del papel pegado en el zapato, por ejemplo.
El momento de la verdad
Cuando ya estás en la famosa cita, evita por completo la comida demasiado condimentada, difícil de digerir y que te pueda inflamar el estómago. Esto para no pasar vergüenzas.
Opta por tener una buena postura y sentarte muy adecuadamente, no te sientes como borracho en un bar.
Y si te emociona tanto estar con ese chico de tus sueños, los gritos y las risas estruendosas no son la mejor opción paras expresar tu alegría. Mejor sonríe y capta su atención delicadamente.