Imagina este panorama, sales con alguien que te agrada, a lo mejor una vez a la semana. Te encantan sus besos y su buen sentido del humor. Como personas adultas que se atraen, tienen sexo y un profundo cariño o aprecio. Llevan haciendo esto varios meses, pero ninguno de los dos ha declarado ni asumido qué son.
¿Por qué evades las etiquetas?
Cuando te preguntan si tienes pareja, solo en algunos de los casos, los involucrados afirman con convicción ''Estoy saliendo con alguien, pero no somos nada''. ¿Entonces qué son? Si van por ahí agarrados de la mano, dandose besos en la boca en público y jugando con la mirada ¿Qué son?
porque eso no son juegos de amigos.
El mundo en el que vivimos, necesita identidad y sentido de pertenencia, por ello estamos llenos de etiquetas: novios, esposos, amigos, viudas, madre, padre, hijos... etiquetamos todo, y si no tiene nombre, se lo inventamos, pero este tipo de ''relación'' que nos brinda una sensación de libertad y de incertidumbre a la vez, solo lo denominamos ''Sin etiqueta'' ni siquiera, lo llamamos relación abierta. Es como ser y no ser.
¿Qué haces con las interrogantes?
Está muy genial si puedes llevar una relación de este tipo, en donde puedas ser y hacer sin pertenecer, pero ¿Qué haces cuando la naturaleza humana ronda la relación que no es relación y nos invade con cuestionantes?
como ¿se estará acostando con otr@? ¿Seguirá usando esa red social para ligar? ¿Tengo derecho a estar celos@?
En momentos así es cuando te detienes y te preguntas ¿Estoy mal o la sociedad está mal?
Este sentido de carpe diem erróneo que nos han metido por cada agujero posible ¿Estará acabando con el romanticismo, el compromiso y la búsqueda del amor verdadero?
Algunos asumen que así como avanza la tecnología, se complican las relaciones en el tiempo.
¿Cuándo detener el ''juego''?
No sé para ti, pero a mí, este tipo de comportamiento y de relación sin etiqueta, tiene la misma posibilidad que otras de ser un ''generador de mariposas'' y cuando te surge este revoltillo en el estómago, es cuando comienza la necesidad de etiquetar y darle un nombre a lo que está sucediendo, pero que difícil se nos ha vuelto llamar las cosas como son.
