En el principio Dios creó al hombre a su imagen y lo creovarón y hembra, los bendijo y les dijo: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”.

El hombre viene hacer parte de la creación de Dios; lo formó del polvo de la tierra, y de un sopló en su nariz aliento de vida le dio y así el hombre viene hacer un ser viviente.

La Biblia dice: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar y de la costilla que Jehová tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Así que no son más dos, sino una sola carne”.

¡Grande es este misterio! lo dijo el apóstol Pablo a los efesios cuando hizo la comparación de Cristo y la iglesia con el matrimonio (esposos y esposas).

Pablo el apóstol dijo: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador”.

Continua diciendo el apóstol “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella. A fin de presentarla ante el Creador Jehová de los ejércitos, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”.

La palabra de Dios (Biblia) nos enseña que el matrimonio fue creado e institucionalizado por Dios entre el hombre y la mujer con el fin de que se cumpliese lo establecido por Él en el principio de la creación y más tarde en el Nuevo Testamento el matrimonio viene a ser comparado con Cristo y la iglesia.

La homosexualidad está concebida como un pecado dentro de la palabra de Dios. El libro de Romanos en su capítulo 1:18-32 muestra como la mente del hombre es reprobada por Dios y dice: "prefirieron cambiar la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando cultos extraños y ajenos. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos las retribuciones debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen".