Viendo la polémica actual sobre la corrupción, los casos y las sentencias, las imputaciones, las sanciones impuestas, etc. La pregunta correcta sería ¿Merece la pena ser corrupto en España? La respuesta va a depender principalmente del cargo que tiene la persona en cuestión debido a que hay personas que son corruptas pero que aún no lo saben por el cargo que desempeñan, ahí se hace hincapié sobre los valores y el código moral y ético o de la ausencia de esos valores en su conjunto, también de la cifra que corrompería a esa persona en función del margen, el cálculo es simple: ¿Por cuánto estaría dispuesto a ir a la cárcel y a jugar mi puesto de trabajo y mi cargo?
Se trata de un mercado de demanda y oferta en función del objetivo del ofertante y del demandante y en función de las consecuencias que podría traer.
Cuando el diablo susurra a los oídos ajenos, cualquier puerta puede ser abierta, principalmente porque el futuro corrupto refleja en su mente unos cuantos futuros sueños cumplidos por una simple fechoría que no hará daño. ¿Qué es un permiso de obra? ¿Una tarjeta negra denominada "Black Card"? ¿Hacer que un amigo leal cobre un sueldo extra en la UMA que ridículamente ha recibido el nombre de "Becas Black"? Los niveles de corrupción son medibles como todo. Puede tratarse de un simple enchufe o trato de favor hasta un sobresueldo millonario como innumerables casos que hubo en España y en todo el mundo.
Los paraísos fiscales eran una buena opción y en algunos países lo siguen siendo, hay millones y millones de euros que salen del dinero del contribuyente cuyos parámetros y localización siguen siendo desconocidos, eso sin contar el dinero necesario que también sale del bolsillo del contribuyente para luchar contra la corrupción.
Servir en un puesto y cargo público o en un partido político, que vele por los intereses del pueblo, es un privilegio que muy pocos aprecian, a diferencia de otros países, en España, todos los cargos políticos o la mayoría de ellos (ofreciendo el beneficio de la duda) usan ese privilegio por el bien individual y no el bien general.
"Cortar la corrupción desde la raíz" un mensaje navideño del actual Rey de España Felipe VI que ha despertado el interés de muchas personas honradas con la esperanza de que se cumpla tal deseo.