Ha fallecido un histórico de la industria del Cine, Rutger Hauer, que ha pasado a la historia gracias al personaje del famoso replicante en la película de ciencia- ficción, “Blade Runner”, a los 75 años de edad. La noticia de su muerte ha provocado que las redes sociales se hayan llenado con fragmentos del famoso monólogo que el personaje de Roy Batty en la mencionada película.

El actor falleció en su domicilio en Holanda, en la provincia de Frisia, aunque se ha hecho público días después para que su entierro fuera en la total privacidad con su familia.

La muerte tuvo lugar el pasado domingo, pero la familia no quiso que el representante del actor comunicase el triste hecho a los medios de comunicación hasta este miércoles, para poder despedirse de él en la tranquilidad que otorga la privacidad y sin tener a los seguidores y a los medios encima.

Rutger Hauer será recordado en Hollywood por sus papeles desde los años 70

En su país de origen, Holanda, se hizo muy conocido en el año 1969, “Floris”, una serie sobre caballeros en plena edad media. Pero fue el gran éxito de “Delicias turcas” de 1973, que giraba alrededor de una historia de amor entre una chica de la burguesía y un artista que se movía en el ambiente bohemio, que estuvo nominada al Premio Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa.

Le permitió iniciar una nueva etapa como actor, pero el gran público le recordará siempre por el papel de Roy Batty, y su monólogo titulado “Lágrimas en la lluvia” en el final de la histórica película de ciencia ficción “Blade Runner”, del año 1982.

En el año 1987 lograría el Globo de Oro por una película para la Televisión, “La escapada de Sobibor”, que trataba la historia de un grupo de prisioneros que llevaron adelante un levantamiento en el campo de concentración de Sobibor.

Además de como actor, Hauer destacó en la lucha contra el sida

A pesar de todo, y después de demostrar sus dotes como actos, él mismo ha reconocido que ha cometido muchos fallos a la hora de elegir determinados guiones.

Los amantes del cine no se olvidarán jamás de su pelo color platino y su presencia imponente, que le permitieron ponerse en la piel de un androide que vive la desesperación al saber que va a ser retirado de la circulación por el personaje de Harrison Ford, un policía que empieza a cuestionarse lo que hace.

Entre sus últimos trabajos, hay que recordar el papel de un cardenal pederasta en “Sin City” (2005), y el magnate cervecero raptado en el año 1983, en la cinta “El secuestro de Alfred Heineken” del 2011.

El actor se había casado en dos ocasiones, y tenía un hijo y una hija. Además, de la faceta de la que se sentía más orgulloso era su Fundación Starfish, con la que ayudaba a niños y madres que padecían SIDA.