Las luces se apagan y aparecen en escena las pitonisas. Con sus bailes nos trasladan al 480 a. C., al estrecho de las Termópilas, lugar en el que se produjo el enfrentamiento entre la coalición de polis griegas y espartanas y el ejército persa de Jerjes I. Pese a que este superaba en hombres a los griegos, las tropas capitaneadas por el general Leónidas consiguieron frenar a los persas en el único punto de acceso a territorio griego, lo que les obligó a retroceder, otorgándoles la victoria.

Zack Snyder llevó a la gran pantalla en 2007 este hecho histórico, bautizándolo como "300", los espartanos de los que dispuso Leónidas para enfrentarse a los persas.

Y fue el 11 de junio a las ocho y media de la tarde en el salón de actos Obispo Perelló, situado en el número dos de la calle José Hierro, cuando Morgan East & West subió la adaptación a los escenarios. La obra era el espectáculo de fin de curso de la academia de danza, fusión tribal y artes escénicas de Madrid.

La represtanción

En el escenario aparecieron cincuenta bailarines, tres de ellos hombres, que interpretaron a las damas del oráculo de Delfos; a las mujeres griegas; a las esclavas de Jerjes; a Artemisia, líder de las tropas persas; a Leónidas y sus hombres; y a soldados de ambos bandos. Profesoras y alumnos de tercero, cuarto, quinto, quinto on stage y Extra culminan danzaron juntos en los diversas escenas que narraban la historia.

El ambiente estaba empapado del humo de incienso, los focos hací­an brillar a los cuerpos en movimiento y el sonido de la música estaba acompañado del tintineo de monedas, cinturones y otros accesorios que portaban los intérpretes. Destacamos la actuación de la directora de Morgan East & West, Morgana; que interpretaba a Artemisia.

Artes marciales mezcladas con el sublime dominio de la danza con espadas hacían de su número solista una escena difí­cil de olvidar.

También se contó con la participación de la compañí­a Excalibur y la exhibición de lanza de Pablo Salas, Carlos Moreno y Antonio Rodrí­guez. Los bailes estaban coreografiados, en su gran mayoría, por la propia Morgana, aunque el conjunto más oriental del harem persa corrió a cargo de Miryam Romanillos.

El espectáculo duró hora y media, con un descanso de diez minutos entre la presentación de los griegos y la aparición de sus enemigos. El salón de actos estaba lleno y apenas quedaron butacas libres. La obra hizo las delicias del público que rompía en aplausos al final de cada baile.

La puesta en escena contaba tan solo con el cartel promocional de fondo y una voz que narraba la historia, elementos suficientes para destacar a los bailarines. El vestuario estaba exquisitamente cuidado y parte de este estaba confeccionado a mano por las bailarinas.

Con esto se cierra el curso 2016-2017 de la academia Morgan East & West, porque... "¡Esto es Esparta!"