Si algún día visitas o has visitado Estados Unidos, específicamente el lado oeste de Pensilvania y decides quedarte en algún restaurante o bar local, probablemente alguna camarera o bartender te cuente la aterradora historia de un ente monstruoso conocido como Charlie No Face, un ser también conocido como The Green Man, en español, el hombre verde, que se pasea por los caminos de las carreteras con el cuerpo de un hombre promedio, pero piel color verde, además de carecer de ojos, nariz y boca, las razones de su existencia variaban dependiendo de quién te contara la historia, algunos decían que era un ser demoniaco que buscaba víctimas para llevarlas al inframundo, otros que era el verdadero hombre del saco, que los padres de los niños crearon una versión amistosa del mismo para que los infantes no se asustaran tanto.

Pero sea cual sea la razón, una vez que te contaran la historia, al dirigirte a tu hotel o tu destino, el temor a que se te apareciera el monstruo era latente…

Mucha gente ha ido y venido de Pensilvania escuchando la historia de Charlie no Face, y posiblemente luego de volver a su lugar de origen la cuenten como una historia más, sin saber la cruda, aterradora y triste realidad.

Charlie No Face fue un hombre de verdad, vivió en Pensilvania y su historia es increíblemente triste.

Su verdadero nombre era Raymond Robinson, nacido en 1910 en Beaver Country Pensilvania, a la edad de 8 años tuvo un terrible accidente con un cable de electricidad en el Puente Morado a las afueras de Biever Falls.

A pesar de que los doctores decían que no sobreviviría, lo logró, pero perdió las partes de la cara ya mencionadas, además de un brazo.

Desde ese momento, y debido a la época, no pudo tener una vida normal, la gente se horrorizaba al verlo por lo que pasó gran parte de su niñez y adolescencia en su casa, ayudando a su familia a fabricar diversas cosas para vivir.

Cuando creció un poco más decidió salir cada noche a dar una caminata, cuando la gente ya estaba durmiendo y no lo podían ver.

En ese momento comenzó la leyenda. Desde ese momento muchos curiosos salían por las noches a buscar al mítico Charlie No Face.

Algunos lo saludaban, otros lo insultaban e incluso otros le aventaban el auto. Lo que causó que poco a poco, Raymond caminara por zonas más y más ocultas, haciendo de su presencia para otras personas cada vez más escasa, convertiéndolo en una leyenda urbana.

Finalmente, a inicios de los 80´s Charlie no Face desapareció, la vejez lo había alcanzado y falleciendo en 1985 a los 74 años de edad.

Sin embargo y hasta hoy, la gente sigue saliendo por la noche en las carreteras de Pensilvania a buscarlo y más de uno ha afirmado que lo ha visto caminar como lo hacía hace ya más de 3 décadas.

¿Qué le dirías a Charlie No Face si te lo encontraras una noche?

Para la versión en minidocumental: