Alguno de nosotros hemos leído o visto en alguna película como tiran a un cadáver, fruto de un asesinato, al mar, o simplemente por un accidente de un avión o el hundimiento de un barco. Pero la pregunta que ahora proponemos es: ¿Qué le ocurre después al cadáver?

Investigadores de California, más concretamente de la universidad Simon Fraser University, han realizado un experimento poco común para comprobar que sucede realmente con los cuerpos en el fondo del mar.

Para este experimento, los científicos utilizaron cerdos, exactamente 3, ya que son los mejores modelos humanos para este caso, y los hundieron a 100 metros de profundidad, en tres lugares diferentes en las aguas de Saanich Intel, e hicieron uso de un submarino de acceso remoto para la visualización de los cuerpos.

Además, los investigadores recogieron datos de oxígeno del agua, su temperatura y salinidad principalmente mediante el uso de sensores. Pasados unos meses, los investigadores extrajeron los cuerpos del fondo de las aguas para poder examinarlos de forma más exhaustiva en tierra.

Los resultados de la investigación/experimento fueron los siguientes:

Transcurridos unos meses, solo uno de los tres cuerpos no había sido devorado por algún otro animal.

Los que sí que fueron comidos, fueron comidos por cangrejos, langostinos e incluso tiburones.

¿Por qué hubo un cuerpo que no fue devorado? La respuesta se encontraba en el nivel de oxígeno del agua en el momento en el que hundieron los cuerpos, habiendo hundido los cuerpos que resultaron devorados en una época del año en la que el agua tenía más oxígeno, puesto que los mayores carroñeros, que son aquellos capaces de poder desgarrar la piel de un cuerpo inerte, tales como los cangrejos, no se sumergen a tanta profundidad si no hay un nivel considerable de oxígeno, y por tanto, los pequeños carroñeros que se alimentan de estos cuerpos gracias a que previamente la piel de los cuerpos había sido desgarrada por los grandes carroñeros, aunque puedan vivir con menores cantidades de oxígeno en el agua, no pueden devorar el cuerpo.