Comenzando la Semana Santa y con ello sus procesiones y sus pasos, se pudo ver ayer 13 de abril el majestuoso paso de El Divino Cautivo. Las personas que allí se concentraban en pleno barrio de Salamanca rondaba en su mayoría la tercera edad aunque cabe destacar que también había numerosas familias con sus hijos más pequeños.

El Divino Cautivo

El silencio se hizo sepulcral en señal de respeto cuando el paso llegó, haciendo que incluso las personas que disfrutaban tomando algo en las terrazas de los bulevares de la calle Juan Bravo se dieran la vuelta para ver lo que pasaba.

Esta procesión comenzó y terminó en el colegio Calasancio recorriendo unos 2,5 km del centro de Madrid en donde hicieron un pequeño descanso en la puerta de La Parroquia de Nuestra Señora del Pilar, donde un sacerdote pronunció unas pequeñas palabras pidiendo por todas aquellas personas que se encuentran desempleadas, por los pobres, los refugiados y todas aquellas víctimas que han dejado los atentados más recientes en Europa causando dolor y sufrimiento en los diferentes países.

Tras las diferentes peticiones el sacerdote rezó un Padre Nuestro con todos aquellos fieles que allí se encontraban. Como dato curioso hay que destacar que este es el único paso que sale dos veces en Semana Santa, concretamente el Jueves Santo y el Viernes Santo.

El Gran Poder y La Macarena de Madrid

Por otro lado la procesión del Gran Poder y La Macarena de Madrid recorrió las calles más céntricas de la capital saliendo de la Colegiata de San Isidro y pasando por las calles que rodean La Plaza Mayor. En este caso las personas que se encontraban en dicha plaza eran de diferentes edades y era tal expectación algunas personas miraban desde su móvil por donde exactamente iba el paso para no perderse ni un mínimo detalle.

Al llegar el paso a la plaza algunas personas se asomaron a los balcones y con sus móviles empezaron a grabar lo que en ella pasaba.

En la primera procesión se pudo ver la imagen del Divino Cautivo atado de manos como señal de cuando Jesús fue crucificado y en la segunda procesión se puede observar como la imagen de la cara de Jesús estaba más demacrada y el gesto del cuerpo más inclinado hacía delante en señal del peso que tuvo que soportar por la cruz antes de su muerte.

Pero estas procesiones no solo van dirigidas a los españoles sino que aprovechando las vacaciones de Semana Santa algunas personas extranjeras que se encuentran en nuestro país gozando del buen tiempo de la capital se acercaron para ver las diferentes tradiciones que son comunes en esta época del año en España.