Una mujer fue condenada por la Justicia de Francia a 18 meses en la cárcel por haber abandonado a su hijo de 9 años en la vivienda en la que ambos convivían. El menor sobrevivió dos años completamente solo en la casa, ni sus vecinos ni los trabajadores de los servicios sociales se dieron cuenta de que el pequeño estaba viviendo sin ningún representante mayor de edad.

El pequeño tenía una vida aparentemente normal

Durante los dos años que estuvo completamente solo en la vivienda en Francia, el niño intentó llevar una vida aparentemente normal. A pesar de la ausencia de su madre, el menor acudió al colegio y se aseaba.

También el niño se bañaba con agua fría y dormía sin calefacción ni electricidad. Incluso utilizaba tres edredones para poder dormir en las noches.

Un vecino denunció los hechos a la Policía

Algunos vecinos le daban comida en algunas ocasiones. Sin embargo, uno de ellos finalmente se puso en contacto con la Policía para denunciar lo que estaba pasando en la casa en Francia. Cabe destacar que el comportamiento y las buenas notas del menor en el colegio hicieron que nadie en el centro educativo se diera cuenta de la situación del estudiante.

El medio de comunicación Charente Libre informó que el niño comía pasteles, latas frías y unos tomates que cogía del balcón de un vecino. Los hechos tuvieron lugar en la localidad de Nersac, situada en la región de Poitou-Charentes, en el este de Francia.

Según ha trascendido, los agentes de la Gendarmería francesa confirmaron que no había evidencia de la presencia de adultos en la casa.

La madre del niño se fue a vivir con su nueva pareja

La condenada se fue a vivir con su nueva pareja a una casa situada a cinco kilómetros de la vivienda en la que había convivido con su hijo.

En algunas ocasiones, la mujer acudía al domicilio para darle algo de comer al pequeño, pero rápidamente se marchaba del lugar.

Por otro lado, los vecinos de la vivienda donde reside la mujer nunca vieron al menor en el lugar. Entre los 18 meses a los que ha sido condenada la madre, seis de ellos los tendrán que pasar bajo vigilancia electrónica y con la obligación de someterse a un tratamiento.

Durante el juicio, la mujer negó los hechos por los que estaba siendo acusada. Sin embargo, la investigación de la Policía y las declaraciones de los vecinos confirmaron que la nevera de la casa se encontraba completamente vacía y que no había ropa de la madre en los armarios de la vivienda.

El niño se negó a ver a la condenada por la Justicia de Francia. Por eso, la autoridad judicial decretó que el menor de nueve años fuera puesto a disposición de los servicios sociales. Actualmente el pequeño de nueve años se encuentra con una familia de acogida.