Dos activistas climáticas echaron sopa sobre el cristal de protección del cuadro de ‘La Gioconda’ en París este domingo 28 de enero. El incidente en el Museo del Louvre duró casi dos minutos y quedó grabado en un vídeo que se ha hecho viral en las redes sociales. En la secuencia de imágenes se observa cómo las dos mujeres pasaron por debajo de la barrera que rodea la obra de arte antes de comenzar a arrojar una sopa de color naranja.

Las mujeres pronunciaron unas palabras tras echar sopa a 'La Gioconda'

Después que arrojaron la pintura al cuadro de ‘La Gioconda’, una de las activistas preguntó a los presentes "¿Qué es lo más importante?

¿El arte o el derecho a una alimentación sana y duradera? Nuestro sistema agrícola está enfermo". Cabe destacar que las integrantes del Grupo Riposte Alimentaire actuaron para expresar su rechazo contra el sistema alimentario y para incorporar un cheque de alimentación en el sistema de Seguridad Social de Francia.

El personal de seguridad del museo evacuaron a las activistas

Tras el incidente, el personal de seguridad del Museo del Louvre en París evacuaron a las dos activistas. Acto seguido, los empleados han colocado lonas para tapar la obra de arte.

Posteriormente, comenzaron a evacuar a los turistas y visitantes de la sala para poder iniciar las labores de limpieza del lugar.

Cabe destacar que esta no es la primera vez que el cuadro de Leonardo da Vinci sufre un acto vandálico. En el año 2022, unos activistas arrojaron una tarta a la pintura. En ese entonces, el incidente en el Museo de Louvre también consiguió acaparar el foco de los medios de comunicación.

Mediante sus redes sociales, el Grupo Riposte Alimentaire reconoció la autoría del incidente.

Asimismo, explicaron que las mujeres tenían 63 y 24 años. En el texto remarcaron que ambas activistas estaban solicitando mediante la acción que el Gobierno francés estableciera: “La integración de los alimentos al sistema general de seguridad social”.

El Grupo Risposte Alimentaire intentó justificar los hechos

Desde la entidad explicaron que en Francia “una de cada de tres personas” se saltaban las comidas por falta de medios. Aunque remarcaron que el 20% de los alimentos producidos se desechaban. El Grupo Riposte Alimentaire remarcó que el sistema estaba estigmatizando a los ciudadanos vulnerables porque no respetaba el derecho a la alimentación.

Desde el grupo afirmaron que cada residente podría beneficiarse con una tarjeta alimentaria de 150 euros todos los meses mediante la aprobación de la medida. Un dinero que según ellos podrían utilizar para adquirir productos “homologados”.