Una médica especialista en neurocirugía que investigaba los extraños síntomas de una mujer en un hospital de la ciudad australiana de Camberra extrajo un gusano del cerebro de la paciente. Se trata de la doctora Hari Priya Bandi quien, al realizar una biopsia en el cráneo de una mujer capturó una criatura viva del mismo: un gusano de ocho centímetros, vivo y que se retorcía. El hecho clínico ocurrió el año pasado y fue recientemente dado a conocer en la publicación científica Emerging Infectious Diseases en su edición de septiembre de 2023, firmado por la misma doctora Bandi y por el médico especialista en enfermedades infecciosas de Canberra, Sanjaya Senanayake.

El gusano extraído no se conocía como parásito humano

Tal fue la sorpresa de la doctora Bandi que su primer pensamiento fue que era imposible que ocurriera algo semejante, pero el parásito estaba vivo y se movía.

Las investigaciones posteriores determinaron que la criatura encontrada por la neurocirujana y su equipo era un Ophidascaris robertsi, un parásito originario de Australia y que reside en las serpientes pitón alfombradas, un animal de Australia, Indonesia y Papúa Nueva Guinea. “Todos nos sentimos un poco enfermos”, añadió la protagonista del descubrimiento en relación a la reacción del equipo completo de cirugía que la acompañaba ante la criatura sacada del cerebro de la paciente.

Los síntomas que padecía la mujer

La paciente, de 64 años, habitante del sureste de Nueva Gales del Sur, Australia, ingresó en el hospital local en 2021 después de experimentar tres semanas de diarrea y dolor abdominal, sudores nocturnos y tos seca.

El doctor Senanayake afirmó que estaba de guardia en el hospital en junio del año pasado cuando se encontraron con la noticia del gusano. La mujer tiempo después comenzó a sentir depresión y olvidos hasta que los estudios detectaron una anomalía y cambios en el lóbulo frontal derecho de su cerebro durante una resonancia magnética practicada en 2022 en el Canberra Health Services.

Lo que esperaban los profesionales de la biopsia cerebral era un diagnóstico de absceso o de cáncer, pero nunca se esperaron encontrar un gusano vivo en el cerebro de la paciente.

La paciente estaba siendo tratada de alguna enfermedad atípica que los médicos no lograban entender. Se pensó también que sería una condición inmunológica por sus síntomas, ya que nunca habían encontrado un parásito vivo dentro de la cabeza de una persona hasta que de la nada la doctora Bandi capturó ese gusano.

El contagio fue a través de una pitón

Seis meses después de la extracción del gusano, los síntomas de la paciente mejoraron pero todavía persisten según el artículo de la revista científica, por lo que la paciente está siendo seguida de cerca por los profesionales, ya que se desconoce qué otras complicaciones podría tener. También los sanitarios creen que podría tener larvas alojadas en otros órganos del cuerpo.

Se estima que la mujer habría consumido verduras contaminadas con excrementos de una pitón portadora de estas larvas que las parasitan. Una situación atípica y por primera vez registrada por los médicos en seres humanos.