El pasado lunes la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y varios de sus ministros presentaron un decreto ley con las primeras decisiones de su Gobierno. Entre ellas se introducía un nuevo delito sobre las fiestas 'raves'. La medida fue aprobada después que el pasado fin de semana miles de jóvenes realizaran una fiesta ilegal en un terreno agrícola situado en el centro del país.
El Gobierno ordenó a los agentes de la policía desalojar el terreno agrícola ocupado ilegalmente. Finalmente, los organizadores del evento dieron por terminada la fiesta y abandonaron el sitio.
Sin embargo, la decisión de la primera ministra italiana fue presentar la norma legal para prohibir las fiestas 'raves'.
La oposición tacha de liberticida la prohibición de las 'raves' por parte de Giorgia Meloni
La medida provocó que la oposición italiana la tachara de liberticida, ya que podría aplicarse a otras concentraciones y manifestaciones en centros de estudio. El dirigente del Partido Demócrata, Andrea Orlando, sostuvo que la prodición podría aplicarse a eventos distintos a las 'raves'.
Orlando insistió en que había que leer la medida con cuidado porque además de los castigos también tenía una justificación muy vaga. Cabe destacar que la norma contiene multas de entre 1.000 hasta 10.000 euros así como pena de prisión de entre tres y seis años para aquellos que se relacionen a las 'raves'.
El Movimiento Cinco Estrellas reprocha la medida 'antiraves' de Giorgia Meloni
El líder del Movimiento Cinco Estrellas, Giuseppe Conte, criticó la medida 'antiraves' de Giorgia Meloni alegando que era una norma policial. Sin embargo, el ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, declaró que la decisión debía ser respetada porque no habría vuelta atrás.
Asimismo el ministro del Interior enfatizó que la norma 'antiraves' era una respuesta a la invasión arbitraria de grandes grupos. El alto cargo subrayó que la medida no era un peligro para la libertad de expresión consagrado en la Constitución italiana.
Amnistía Internacional denuncia el peligro que corren las manifestaciones con la medida
Por otro lado, Amnistía Internacional también denunció que la medida podía tener un uso arbitrario en contra del derecho a las manifestaciones públicas. Sin embargo, Meloni ha justificado la medida alegando que quería enviar un mensaje de que Italia ya no era un país para llevar a cabo delitos.
Meloni declaró que el Estado italiano no iba a quedarse paralizado ante la vulneración de las leyes. La norma aprobada faculta a las autoridades para confiscar equipos de música en una fiesta de más de 50 personas que no haya sido autorizada por las autoridades.