El Gobierno conservador de Reino Unido ha reculado y decidió dar marcha atrás a la baja de impuestos a los ricos, una medida que fue anunciada la semana pasada por la primera ministra Liz Truss. La propuesta de la jefa del Gobierno implicaba una reducción del tramo más alto del impuesto sobre la renta del 45% al 40%. Sin embargo, la política económica provocó alarma en los mercados ante la capacidad que tendría el país de asumir la deuda pública.

La situación de inestabilidad económica en el país provocó que hasta varios diputados tories amenazaran con votar en contra del plan de baja de impuestos a las rentas más altas.

Sin embargo, la primera ministra había defendido la medida hasta el pasado fin de semana atribuyéndola al encargado del Tesoro en su Gobierno.

El Banco de Inglaterra tuvo que intervenir ante el anuncio de la baja de impuestos

Tras el anuncio de la baja de impuestos, el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para mantener la libra. La institución financiera lanzó un paquete de compras masivas de deuda pública ante la reacción de los mercados internacionales. La primera ministra justificó su plan económico alegando la búsqueda del crecimiento económico tras años de estancamiento.

El ministro de Finanzas Kwasi Kwarteng tuvo que emitir un comunicado anunciando la marcha atrás del plan económico.

El alto cargo británico refirió que la abolición de la tasa del 45% se había convertido en una distracción de la misión central del Gobierno ante los desafíos globales.

La primera ministra del Reino Unido enfrenta una crisis con una administración debilitada en los últimos días. Tanto así que las encuestas han registrado la caída del apoyo al Partido Conservador situándose en un 21 % frente al crecimiento de los laboristas que habrían alcanzado un 54% en caso de que se llevaran a cabo las elecciones.

Algunos tories piden la dimisión del ministro de Finanzas del Reino Unido

La división en el Partido Conservador ha aumentado e incluso algunos tories estarían pidiendo la dimisión del ministro de Finanzas, otros incluso han deslizado pedir la renuncia a Liz Truss a menos de un mes de haber asumido el cargo. La primera ministra reconoció en una entrevista que debió haber hecho un esfuerzo para preparar el terreno antes de anunciar el plan fiscal.

Cabe destacar que la victoria de Liz Truss prometía unidad dentro del Partido Conservador. Sin embargo, la situación económica ha complicado el futuro de la sucesora de Boris Johnson en un contexto donde tres de los cuatro primeros ministros conservadores han dimitido en los últimos seis años.

El mea culpa del ministro de Finanzas después de darle marcha atrás al plan de baja de impuestos ha sido polémico. Kwasi Kwarteng ha prometido seguir adelante con el programa de crecimiento económico sin distracciones, subrayando que el Reino Unido no ha crecido lo suficiente durante mucho tiempo.