Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos temen que el presidente ruso Vladimir Putin intente conectar la región del Dombás con Transnistria. La agencia estadounidense cree los nuevos planes del Kremlin refleja “un cambio temporal” y no una reorganización a largo plazo de sus objetivos. La zona de Transnistria es un territorio ocupado por los rusos desde 1992.

La directora nacional de la Inteligencia estadounidense Avril Haines ha presentado sus sospechas sobre los planes del Kremlin durante una comparecencia ante el Senado norteamericano.

La postura rusa demostraría que los intentos de una solución diplomática no tendrán éxito y que Vladimir Putin no espera emplear armas químicas a menos que Rusia tema un ataque en su contra.

La interpretación de Putin del conflicto y la opinión de la directora nacional de Inteligencia

Avril Haines cree que Vladimir Putin confía en el tiempo como herramienta para debilitar a Estados Unidos y la Unión Europea a través del aumento de la inflación, la subida de los precios de la energía y la escasez de alimentos que sufrirán los países occidentales. Asimismo la inteligencia estadounidense sospecha que el presidente ruso considera que el tiempo está su favor.

La ley marcial en Rusia según la jefa de la Inteligencia estadounidense

La hipótesis de una guerra larga es la idea de Putin según Avril Haines. Por eso la jefa de la inteligencia norteamericana cree que el Presidente ruso terminará imponiendo la ley marcial a los ciudadanos de su país para sostener la guerra, ya que según la directora del espionaje norteamericano existen diferencias entre los objetivos del mandatario ruso y la realidad de la capacidad militar rusa.

Haines ha reconocido que seguramente Rusia consiga apoderarse de la región del Dombás en los próximos meses, aunque la alto cargo estadounidense duda que las tropas rusas lleguen a Transnistria e incluyan la ciudad portuaria de Odesa sin antes decretar una forma de movilización general.

Los combates en la acería Azovstal de Mariúpol

Mientras tanto en el territorio ucraniano continúan los combates. En Mariúpol los últimos defensores de la ciudad resisten en la acería de Azovstal los bombardeos de Rusia que con los ataques mediante la artillería pesada y la aviación intentan apoderarse del último espacio de la resistencia ucraniana en la ciudad. Un asesor de la Alcaldía de Mariúpol Petro Andriuschenko asegura que en la acería todavía permanecen refugiados en torno a un centenar de civiles que no pudieron huir durante la evacuación de la semana pasada realizada con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas y la Cruz Roja.