La invasión de Rusia en Ucrania está dejando estampas devastadoras de familias separadas, rotas, sin saber si volverán a verse. No menos duro resulta ver cómo los Niños se han convertido también en víctimas directas de una guerra que ha golpeado de lleno a todo un país, y al Mundo entero.

La grave situación de los hospitales infantiles

Muchos de esos pequeños han podido cruzar las fronteras junto con sus madres y ponerse a salvo de las bombas y ataques rusos, pero otros se han visto obligados a permanecer en Ucrania con la esperanza de la guerra no acabe con ellos.

Desde que comenzará la invasión rusa, los hospitales infantiles del país han tenido que buscar alternativas para poner a salvo a sus pacientes más jóvenes, aquellos que luchan por vencer, no solo a la guerra sino también al cáncer.

Para ello, enfermos y familiares han sido trasladados a los sótanos de los propios hospitales, convertidos en refugios antiaéreos y donde se resguardan mientras escuchan, de fondo, el sonido de las explosiones y los disparos. Junto a los jóvenes se encuentran madres y padres que hacen lo imposible para calmar el miedo de los más pequeños, a los que buscan dar la mayor comodidad posible con colchones, almohadas y mantas en el suelo.

Muchos de estos niños no pueden recibir el tratamiento adecuado en su lucha contra el cáncer

Un problema que se agrava, todavía más, por la falta de medicamentos necesarios para que los tratamientos puedan seguir adelante, y la limitación de suministros tan básicos como comida y agua. Y es que la falta de tratamiento en este tipo de enfermedad puede suponer un grave problema para ellos.

Mientras unos solo tienen acceso a una forma básica de quimioterapia, en otros casos los tratamientos han tenido que ser interrumpidos, lo que provoca el temor de los facultativos, que alertan de que está situación podría generar la recaída o el empeoramiento de estos niños. "Si continúa la interrupción del tratamiento, nuestros pacientes morirán", ha advertido Lesia Lysytsia, doctora de un hospital infantil de Kiev, a la cadena NBC, quien también ha apuntado que el sufrimientos de estos niños es mayor por su necesidad de luchar contra el cáncer, una lucha que "no puede esperar".

Buscan la mejor alternativa para la evacuación de los niños

Una situación cada vez más complicada que, además, va unida a la dificultad de poder evacuarlos y llevarlos a otros hospitales del país, sobre todo por el desconocimiento de lo que se pueden encontrar por el camino y la duración del viaje. En los casos más críticos, Lysytsia y sus compañeros están estudiando, junto con otros profesionales, la posibilidad de trasladar a los enfermos a un centro médico en Leópolis, donde la seguridad y los suministros son mejores. Una vez allí, los pequeños serían trasladados a Polonia, donde el país vecino les ha prometido atención médica. Una opción que cada vez tiene menos fuerza, pues las camas ocupadas en Leópolis son cada vez más y pasar de frontera se antoja difícil, ya que son miles los ucranianos que intentan huir de su país. "Haremos todo lo que sea por nuestros pacientes y nos quedaremos hasta el final", ha manifestado Lesia.