El pasado 13 de septiembre un niño de dos años fue expulsado del avión en el que viajaba junto a su progenitora, dirección Dallas a Colorado, por no llevar la mascarilla bien puesta, ya que estaba sufriendo un ataque de asma. Amanda Pendarvis, la madre del menor, ha compartido su indignación en redes sociales, explicando el mal rato que tuvieron que pasar, además de ser expulsados del vuelo haciendo que el avión diera media vuelta y les recibieran los oficiales de la Policía para sacarlos.

Un tripulante de cabina exige que le pongan la mascarilla al menor

Waylon, un niño de dos años se encontraba viajando en avión junto a su madre, cuando uno de los tripulantes de cabina le pidió a su progenitora que le pusiera la mascarilla. El menor, que es asmático, se encontraba hiperventilando, aún así Amanda intentó ponérsela en varias ocasiones, sin éxito. Visto que el niño lo estaba pasando mal, le explicó y enseñó al trabajador que había pasado el test PCR y era negativo, una justificación insuficiente ya que la compañía requiere de una exención por adelantado, un documento que la mujer no había solicitado.

La compañía requiere un documento de exención por adelantado

La normativa del COVID-19 en EE.

UU. obliga a los mayores de dos años a llevar mascarilla, aparte la compañía de avión en la que viajó Amanda Pendarvis requiere una exención por adelantado para todos aquellos casos como el de Waylon, que debido a alguna enfermedad, no pueden ponerse la mascarilla. Todo ello hizo que el tripulante de cabina que se hizo cargo de la situación le reprochara a la madre que le pusiera la mascarilla al menor sin atender a las razones que se lo impedían, como encontrarse hiperventilando a causa de su enfermedad en ese momento.

Protocolo por encima del sentido común

La madre expone que en todo momento es consciente de que debería haber solicitado la exención para entregarla por adelantado, pero no entiende la falta de sentido común en una situación como la que le tocó vivir, que ni viendo a su hijo hiperventilando hizo que lo consideraran una excepción.

Además del trato y la vergüenza que tuvo que pasar, cuando se avisó por el megáfono que había unos pasajeros que no estaban obedeciendo la normativa por lo que hicieron que el avión diera media vuelta para llevarlos de regreso, escoltados por la Policía y sujetando la mascarilla del menor encima de su carita para cubrirle bien. Después de lo acontecido, la compañía informó a sus viajeros que habían tenido que dar la vuelta por que hubo una parte del pasaje que se negó a seguir la normativa, por lo que tuvo que cambiar la reserva de todas las personas para viajar en el siguiente vuelo a Colorado Springs.