El príncipe Alberto Grimaldi de Mónaco y su esposa Charlène intentan ahuyentar los rumores sobre la ruptura de su matrimonio con varias fotos familiares publicadas en las redes sociales del principado.

Fotos por demás muy sugestivas, porque la princesa y exnadadora olímpica se encuentra en Sudáfrica, su país natal, desde hace casi seis meses no pisa su principado y no convive con su familia. Las razones de esta prolongada ausencia de Charlène en su casa monegasca se explican a través de su salud.

Rumores de divorcio siempre persiguieron al matrimonio

La versión oficial cuenta que la princesa de los ojos tristes, que siempre fue perseguida por rumores de intentos de huir de su matrimonio, viajó en mayo pasado a su tierra para afianzar su compromiso con la lucha contra la caza ilegal del rinoceronte. Ahí es donde Charlène contrajo una infección severa en oídos, nariz y garganta, muy dolorosa y que requirió de varios procedimientos, inclusive quirúrgicos.

Los médicos negaron la posibilidad de un regreso en avión, por la presurización de los aviones, y un viaje en barco es muy prolongado y riesgoso. La princesa de Mónaco se quedó sola en su país, alejada de su marido y de sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella.

Y también muy cerca de las afirmaciones que aseguran que el matrimonio está definitivamente roto.

Cortas visitas y fotos de la princesa enferma en Sudáfrica

A principios de junio, Charlène recibió la visita de Alberto, el heredero Jacques y la princesa Gabriella. En el medio, la pareja celebró, en la distancia, sus diez años de matrimonio, donde los pertinaces comentarios afirmaban que la princesa “no está ni se la espera”.

No obstante, Charlène publicó en su Instagram un agradecimiento a sus súbditos por todo el apoyo y la generosidad recibida durante su primera década de matrimonio.

La misteriosa enfermedad de Charlène no revierte y continúa, inmutable igual que los rumores de crisis, en Sudáfrica. Pero ahora la princesa recibió una nueva visita relámpago de su familia y publicó cinco fotos que alejan los rumores de divorcio.

Las fotos, que incluyen sonrisas, abrazos y felicidad, intentan mostrar una sólida relación de pareja y familiar, pero descubren la expresión de los ojos de Charlène que preocuparon a sus seguidores.

Una misteriosa enfermedad aqueja a Charlène y preocupa su aspecto

Charlène se ve muy delgada, con ojeras que profundizan su triste mirada y rostro de agotamiento, algo que no consigue disimular pese a los esfuerzos para demostrar alegría por el encuentro con la familia. Inclusive, los analistas de imagen perciben que los gestos de Alberto son forzados, sin embargo, la familia se empeña en demostrar el constante error que significan esos rumores presentes en su vida desde el mismo instante que se casaron.

Lo cierto es que tras la visita relámpago, Alberto y los mellizos ya están nuevamente en Mónaco y Charlène, sola en Sudáfrica. Además de los festejos de su aniversario de bodas, se perderá el ingreso al colegio de Jacques y Gabriella. Las expectativas se centran en su curación y retorno para el mes de octubre. Tal vez, para el 19 de noviembre, en los festejos del Día Nacional de Mónaco, la Casa Real efectúe su presentación oficial.