Japón conmemoró una ceremonia a 76 años de su redención en la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el primer ministro Yoshihide Suga no pidió disculpas por la agresión de su país, aunque aseguró que los actos de la Segunda Guerra Mundial no se repetirán.

Este evento es relevante para la gestión de Suga, ya que en el dio su primer discurso desde que asumió como ministro. Una oficina de noticias informa de parte de su discurso "Nos comprometeremos con nuestro compromiso de no repetir nunca la tragedia de la guerra". Alegando que Japón se encuentra agradecido de la paz basada en los difuntos de la Segunda Guerra Mundial.

La historia se repite entre Ministros: Shinzo Abe y Yoshihide Suga

El primer ministro actual, Suga, no pidió disculpas por la agresión que Japón cometió hacia otros países asiáticos durante la gran primera parte del siglo XX, un comportamiento que se presenció también durante la gestión de su predecesor, Shinzo Abe.

Sería a partir del 2013 cuando la sociedad japonesa presenciara la falta de disculpas por parte de un mandatario hacia otros países, se recuerda que fue una conmemoración empezada por el líder socialista Tomiichi Murayama en 1995. Es decir, el ex primer ministro Shinzo Abe fue quien cortó una tradición de veinte años que fortalecía el discurso pacífico de Japón.

Suga enfocó su discurso en el ámbito nacional, precisando los ataques y los daños que el país nippon sufrió durante la Segunda Guerra Mundial.

Incluyó los bombardeos atómicos de Estados Unidos a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, así como otros bombardeos a ciudades metropolitanas y rememoró la batalla de Okinawa.

La posición del emperador Naruhito: expresó un "profundo remordimiento" por las acciones de su país

Distanciándose del primer Ministro, el emperador Naruhito sí pidió disculpas y expresó un "profundo remordimiento" por las decisiones bélicas que su país tomó durante la primera parte del siglo XX.

Siguiendo una extensa tradición empezada por su padre, quién dedicó 30 años de su vida mandataria para rectificar las acciones japonesas en nombre de Hiroshito.

Siguiendo los protocolos para la prevención del Coronavirus, la celebración se llevó a cabo entre 200 invitados, un número reducido de un total de 6000 invitados previos a la pandemia, cada uno de los invitados lloró las muertes en silencio, inclusive, no cantaron el himno nacional.

La postura del primer Ministro Suga

El primer ministro Suga insistió en que cooperaría con los organismos internacionales para abordar los temas que preocupan a los distintos países en nombre del "pacifismo proactivo", basada en una posición que el ex ministro Abe promovió durante su gestión para una mejor participación militar por parte de Japón en los conflictos internacionales.

Suga asistió al salón de ceremonia Budokan en Tokio, depositando flores en el cementerio nacional para los soldados caídos. Aunque no asistió al santuario de Yasukuni, sitio donde descansan los restos de los criminales de guerra japoneses, de todas formas envió una ofrenda de índole religiosa, así comunican medios de noticias japoneses.

Tanto la Cancillería de Corea y la cancillería de China enviaron sus respectivos comunicados a Japón ante la conmemoración. Corea insta a que el Gobierno japonés muestre "un sincero remordimiento a través de la acción" para que los países puedan engendrar "lazos orientados al futuro". Mientras que China propone que Japón "se gane la confianza" de sus países vecinos.