La reina Isabel II de Inglaterra y su esposo, Felipe de Edimburgo, han recibido la primera dosis de la vacuna contra el Coronavirus en su residencia del Castillo de Windsor, a las afueras de Londres, donde pasan el confinamiento. Así lo ha notificado el Palacio de Buckinhgam. La soberana, de 94 años, y su marido, de 99, pertenecen a la población de alto riesgo y se suman a los 1,5 millones de personas que ya se han vacunado en el Reino Unido.

Se desconoce cuál de las dos vacunas aprobadas fue la que se aplicó o si el resto de la Familia Real británica será vacunada en los próximos días.

La Reina decidió que esta información se hiciera pública para evitar la especulación de los medios de comunicación, ya que su equipo no suele difundir noticias sobre la salud de la monarca.

Hace unos meses, el príncipe Carlos, heredero al trono y primer hijo de la pareja, fue diagnosticado de coronavirus, por lo que se tuvo que aislar en su residencia de Escocia. Afortunadamente para él, el Príncipe de Gales mostró un cuadro leve y pudo recuperarse sin ninguna complicación.

El Vaticano comenzará su campaña de vacunación

El Papa de Roma también anunció que la próxima semana recibirá la vacuna contra el virus y que ya tiene su cita asignada. Expresó que no entiende cómo hay personas que se niegan a recibir la inyección, ya que "no solo arriesgan su salud, sino también la de los que les rodean".

Francisco relató su experiencia con las vacunas, específicamente la que se administraba contra la poliomielitis, una enfermedad infecciosa que afectaba al sistema nervioso y que se cebó principalmente con los niños, aunque actualmente está casi erradicada. El Sumo Pontífice añadió que si los médicos afirman "que es algo bueno y no hay riesgos particulares", no hay razón para no ponerse la inyección contra el coronavirus.

Sigue avanzando la vacunación en Europa

Si bien varios países de Europa ya han iniciado sus planes de vacunación, no todos avanzan con la misma velocidad. Francia ha aplicado la vacuna a unas 260.000 personas, y tiene como objetivo vacunar a un millón de ciudadanos al terminar el mes. El país galo cuenta con uno de los mayores grupos del movimiento antivacunas.

Aproximadamente, solo el 40% de la población está dispuesta a vacunarse, y se requiere una autorización por escrito para poder hacerlo. Le sigue Alemania, que hasta el 4 de enero había vacunado a 265.000 personas.

Los peores datos de vacunación los tienen Irlanda, con alrededor de 1.800 inyecciones puestas; Grecia, con 3.000: Hungría, con unas 5.100; y Austria, con solo 6.000 vacunas aplicadas. Países Bajos ha presentado un retraso debido a problemas con su sistema informático. En el caso de España, hasta el pasado 7 de enero se habían repartido un total de 7.430.925 dosis y administrado unas 207.000, un 27,9% del total. En Italia, en la misma fecha, había ya 413.000 personas inmunizadas, por lo que se han aplicado el 45% de las dosis adquiridas, unas 919.000.