Una comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) llegó este martes a Nicaragua con el objetivo de monitorear la crisis actual del país que ya lleva dos meses de haber comenzado y en la cual han muerto al menos 285 personas. La misión de la delegación para los Derechos Humanos dirigida por Marlene Alejos, ha condenado la violencia y la inseguridad que ha estado presente en el país, así como la muerte de un niño de tan solo 14 meses de edad en medio de un tiroteo ocurrido en Managua.

Los ataques en Nicaragua han dejado muchas víctimas

Los ataques a distintas zonas de Managua y a la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) dejaron muchas víctimas y personas impactadas por las terribles consecuencias que han venido con los enfrentamientos a las protestas existentes en el país.“Estos hechos son inaceptables y no pueden quedar impunes”, señaló Alejos.

La comisión se reunirá con distintos sectores del país en la ciudad de Managua y Masaya, con intenciones de que se inicie un diálogo que permita aplacar la crisis en Nicaragua. Entre los que estarán involucrados en la importante reunión se encuentran los estudiantes, madres de víctimas, la Conferencia Episcopal y Defensores de los Derechos Humanos.

La Asociación nicaragüense Pro Derechos Humanos hizo un balance del número de víctimas, registrando al menos 285 personas fallecidas, 2.500 heridas y 156 desaparecidas.

¿Por qué se iniciaron las protestas?

Las protestas contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se iniciaron por intento de reforma de seguridad social que el mandatario quería implementar, reforma que luego fue revocado, por las fuertes protestas que tuvieron lugar en las calles.

En el primer día de protestas, hubo 10 personas fallecidas, según autoridades, para luego ir incrementando el número de víctimas fallecidas y heridas.

Aunque Daniel Ortega, tras la presión del pueblo en las calles, decidió retirar la reforma de la seguridad social, los manifestantes siguieron protestando, esta vez con otras razones.

Al pasar los días, los ciudadanos exigían algo más: democracia en su país.

Los manifestantes de mayoría estudiantes reclamaban al gobierno de Ortega que se respetara la libertad de expresión, y que no querían más un gobierno represor. Muchos levantaron barricadas, en forma pacífica, pero firme, haciendo valer sus derechos y manifestándose como opositores a Daniel Ortega. Además, el pueblo nicaragüense alzaba su voz por la baja de salarios, el desempleo, la parada de los programas sociales y altos precios de los alimentos, entre otros reclamos.

Las razones principales de las manifestaciones son los 11 años de autoritarismo del presidente Ortega y el colapso económico. Los nicaragüenses exigían la renuncia del presidente Ortega.