El recién electo presidente de la República de Argentina, Mauricio Macri, decidió “regalar” a Estados Unidos la tercera reserva de agua dulce del mundo, el acuífero subterráneo Guaraní. Después de negociaciones con el presidente Estadounidense Barack Obama, Macrí anunció el pasado mes de mayo que EEUU instalará dos bases militares en zonas de carácter estratégico para la nación, sin dar mayores detalles informó que una estaría al norte y otra al sur del país.
“La instalación de 2 bases militares estadounidenses en Argentina, muestra la intención del gobierno americano de apoderarse de uno de las reservas más valiosas de argentina y del mundo” afirmó la diputada opositora Alcira Argumedo luego de informar que una de las instalaciones militares se plantaría sobre el reconocido reservorio de agua dulce.
Líderes políticos argentinos han rechazado la actitud del también empresario Mauricio Macri al tomar medidas “que van en contra de los argentinos y facilitan la intervención extranjera del gobierno norteamericano”, miembros de partidos políticos señalan también que muy probablemente además de querer tomar el control del reservorio acuífero se quiera intervenir la Antártida que también es una gran reserva de agua dulce pero en estado sólido.
La cooperación militar negociada en mayo entre los 2 presidentes y posteriormente concretada por comisiones del más alto nivel de ambos países, es una política internacional totalmente contraria a la que tuvo la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner quien siempre rechazó e imposibilitó las intenciones del gobierno estadounidense de instalar bases militares en territorio latinoamericano.
No obstante, miembros del gobierno argentino señalan que la cooperación militar permitirá el avance en seguridad y defensa de la nación y contribuirá en gran medida al desarrollo integral de Argentina, confían en que el intercambio militar fortalecerá la capacidad de la Fuerzas Militares del país y los beneficios los verá la población en el mediano plazo.