Se trata de un calentamiento en las corrientes oceánicas cuya alteración afecta al ciclo en el que se vinculan los océanos y la atmósfera. Provoca grandes inundaciones por lluvias y deslizamientos de tierras en varias zonas, pero también sequías en otras. Además, afecta a los factores climáticos de todo el mundo. Aunque los investigadores señalan que es una situación de alerta y predicen que este año el fenómeno será el más peligroso en 60 años, también es cierto que en 2014 las predicciones eran del 70 % y al final se quedaron en nada.

El foco sobre el que se origina este fenómeno no es otro que los cambios de temperatura en el Océano Pacífico, y las predicciones que realizan para prevenirlo se basan en un sistema de medición de temperaturas, corrientes y vientos.

El sistema aún no es todo lo eficaz que debería, por lo que no se puede saber cuál será su duración o intensidad o si se va a producir al 100%. Lo que sí nos dice, es como se va a desarrollar el proceso en los próximos meses. Por si fuera poco, los científicos aseguran que fenómenos así irán a más con los años debido al calentamiento global.

“El niño” en distintas partes

En Norteamérica, es posible que se produzca un invierno más lluvioso de lo habitual en el Sur de EE.UU mientras que en el norte los inviernos serán más templados.En Sudamérica se incrementarán las lluvias, especialmente en Ecuador, el norte de Chile y Argentina. En el sur de Brasil podrían darse inundaciones, mientras que en el noreste cabe la posibilidad de que haya sequías.

Para sequías extremas las que se producirán en varios lugares de Asia como Indonesia, Tailandia o Filipinas, suavizando a su vez los inviernos en China y Japón. En África encontraremos sequía en Madagascar y precipitaciones en las zonas subsaharianas más secas. Australia tampoco podrá escapar de la sequía.

En Europa bajarán las temperaturas en Rusia y en la parte este en general.

En España apenas se apreciará un cambio en las precipitaciones ni en la temperatura. Asimismo, fuente meteorológicas apuntan que dichos efectos llegarán a la península “entre 6 y 10 meses después” . Quizás pueda parecer que “El Niño sólo actúa en zonas muy concretas, sin embargo, logra transmitir señales u ondas a áreas alejadas a través de lo que los expertos llaman “Teleconexiones” que se dan en la atmósfera.