Cuando uno es pequeño desea ser grande, siempre se quiere saltar etapa de la vida. Marina recuerda que cuando era una niña de 12 años quería tener 15 años para ser medianamente adulta. Poder salir más con sus amigas, participar de cumpleaños de 15 de otras compañeras de clases y amigas del vecindario. Pensaba entonces que es hora de preocuparse más por una, en el cuidado del cabello, del cuerpo porque a una le da miedo a ser "gorda".

Entonces haces dietas, vas al gym para mantenerte en forma. Conforme vas creciendo, comienzan a gustarte los chicos y es cuando comienzan los temores.

Es cuando te miras al espejo y te preguntas si eres linda o fea, si tendrás éxito con los chicos o te harán a un lado.

De pronto tienes 18 años, terminas la secundaria. Debes prepararte para entrar a la universidad y te vuelves a preguntar cómo ha pasado el tiempo tan rápido, si hace tan poco eras una niña de 12 años que finalizaba la primaria y comenzabas esa nueva etapa de entrar en la secundaria.

Y llegó el momento de los exámenes para poder entrar a la universidad para hacer la carrera que tú elegiste, para ser con los años estudiados una profesional.

En la etapa de la universidad, ya no es como cuando estudiabas en la secundaria, sino que ahora estudiarías de verdad, no solo para aprobar, sino aprobar porque son materias que te llevarán a ser una profesional el día de hoy o mañana.

Ya no te levantas una hora antes para estudiar, son días y meses estudiando más concienzudamente, porque tienes otras responsabilidades. Se toma más conciencia de lo que el estudio es.

Llega el día de la graduación, entonces tus padres, tu novio, tus amigos te acompañan en ese momento tan importante de tu vida. Después de largos años estudiando, te gradúas como un profesional.

Festejando esos logros que tanto te costaron. Si tu mirada vuelve atrás en el pasado, piensas pasé tantas etapas que disfruté y lo que ahora me queda por disfrutar como profesional. Los miedos y temores ya no existen porque logré lo que tanto quería. Solo me queda ahora lograr mi éxito como profesional, produciendo día a día sin perder el rumbo.

Jamás temas crecer, la vida nos da miles de oportunidades, todo está en el aprendizaje del día a día. Recuerda, que siempre los temores, miedos, todo lo que te cuesta con esfuerzo, al final da sus frutos y que mejor que recibirlos con una sonrisa.