La burbuja del alquiler ha provocado que la morosidad de los inquilinos se haya disparado en territorio español. El índice de morosidad, en el año 2018, aumentó en un 5,7%, el mayor crecimiento desde el año 2015, cuando se inició el alza de precios.
Un inquilino moroso deja a deber la cantidad media de 6.186 euros, la cantidad más alta de los últimos tres años
Los expertos consideran que el aumento de los morosos en el caso del alquiler está vinculado a la falta de posibilidades a la hora de hacer frente a gastos que no se esperaban.
El problema de la vivienda en España se está convirtiendo en una constante, sobre todo entre las personas más jóvenes.
Si hace unos años la problemática estaba vinculada con las hipotecas, hoy en día está vinculada con la subida imparable de los precios de las viviendas de alquiler.
Esta burbuja ha provocado, sobre todo en las grandes urbes, que el año pasado aumentase en un 39% el precio medio de un alquiler.
Por otro lado, cuando el inquilino consigue alquilar la vivienda, la relación entre el propietario de la vivienda y el inquilino no suele ser tan positiva como se esperaba, por lo que suele terminar, cada vez en más casos, con desahucios y problemas de morosidad.
El informe anual de la firma especializada FIM (Fichero de Inquilinos Morosos) sobre los impagos de las viviendas de alquiler del período entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del pasado año 2018 lo deja claro: el índice de morosidad solo en el año 2018 ha aumentado en un 5,7%.
Los precios del alquiler han subido en los últimos años
La deuda media de un inquilino moroso ha aumentado por primera vez desde el año 2015 (año en el que se inició la subida de precios de las viviendas de alquiler) a la cantidad de 6.186 euros.
Pero el crecimiento de los morosos no es igual en todas las provincias del país.
Murcia, por ejemplo, es la comunidad donde más se ha aumentado el número de inquilinos morosos (16,2%), seguido de las Islas Canarias (12,3%), Navarra (10,6%) y Andalucía (10,4%).
Pero las cantidades más altas de adeudo son en Madrid (con una cantidad media de 9.767 euros), Baleares (8.571 euros de media), País Vasco (7.088 euros) y Cataluña (6.859 euros).
Como las rentas suben, cualquier tipo de gasto que no se espera provoca, casi de manera inmediata, que el inquilino tenga que hacer frente a muchas dificultades a la hora de pagar el alquiler y, con ello, la morosidad aumenta.
Según los expertos, el aumento de la morosidad está relacionado directamente con el aumento de los precios de las viviendas de alquiler.
Por otro lado, los salarios no están aumentando al mismo ritmo que lo están haciendo los precios de los alquileres de la vivienda. Por otro lado, la situación laboral actual no da estabilidad y afecta, sobre todo, a los menores de treinta años de edad.
Mientras que los pisos de alquiler, según Idealista, han aumentado en el año 2018 en un 9,7% y en el año 2017 en un 18,4%, los salarios han caído solo en el año 2016 en un 1,6%.
También los expertos señalan que los precios de alquiler, excepto en Barcelona y en Madrid, se han estancado y se espera que se lleve un mayor control de los precios de estas viviendas.
Pero desde la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) avisan que mucha gente no puede esperar a que se estabilice el mercado del alquiler. Los grandes propietarios basan su negocio en especular con total libertad, mercantilizan la sociedad y se olvidan de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Por lo que desde la PAH se considera una urgencia que la banca ceda aquellas viviendas que todavía tiene vacías a los ayuntamientos y estos se encarguen de que dejen de anteponer los intereses económicos a las necesidades reales de las familias.