La madre del suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, sigue encerrada en la iglesia de la Divina Pastora de Motril. Ángeles Béjar se ha atrincherado en el recinto y comenzó una huelga de hambre debido al escándalo por el beso que el directivo deportivo le dio a la futbolista Jennifer Hermoso durante la final del Mundial de Fútbol Femenino. Sobre las ocho de la tarde, la iglesia tuvo que abrir sus puertas para realizar una misa de difuntos, algo que los medios aprovecharon para captar unas imágenes de la progenitora del dirigente deportivo.

Los medios se han congregado en las inmediaciones de la iglesia

Sobre las ocho de la tarde, el párroco les dijo a los periodistas que iba a abrir las puertas de la iglesia y que las cámaras iban a poder grabar desde el exterior. Acto seguido, les advirtió que Ángeles Béjar solo iba a responderles “una o dos preguntas” y que después iban a cerrar las puertas otra vez. Unos minutos después, la madre de Luis Rubiales apareció con un semblante cansado.

Ángeles Béjar comenzó diciendo que el problema se iba a solucionar cuando Jennifer Hermoso "diga la verdad”. Ante la pregunta de los reporteros, la madre de Luis Rubiales sostuvo que iba a estar en la iglesia hasta que su cuerpo aguantara. La Mujer reiteró que el escándalo se solucionaba diciendo la verdad porque todo había sido “una anécdota".

El directivo deportivo se ha puesto en contacto con su madre

La progenitora del directivo deportivo también habló sobre la dimensión que había tomado la polémica del beso en el Mundial de Fútbol Femenino. Posteriormente, dijo que había pasado la noche en una silla y que hablaba “a menudo” con Luis Rubiales.

Cabe recordar que la Fifa acordó suspender a Luis Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Fútbol y vicepresidente de la Uefa durante 90 días.

La polémica por el beso a Jennifer Hermoso en la entrega de medallas abrió un debate que llegó a los medios nacionales e internacionales.

Luis Rubiales está preocupado por su madre

Durante su primera aparición desde la iglesia en Motril, Ángeles Béjar explica que su hijo se encuentra muy “preocupado” por ella. La mujer dijo que el directivo deportivo no quería que su madre mantuviera la huelga de hambre.

Incluso confesó que él le pedía que desistiera de su encierro: "Mi hijo quiere que no siga".

Sin embargo, Ángeles Béjar sostuvo que no le iba a hacer caso a su hijo y reiteró que iba a seguir en la iglesia hasta que Jennifer Hermoso "diga la verdad”. En ese momento, dijo que la futbolista sabía que el directivo deportivo era una persona honrada. Posteriormente, la madre de Rubiales se volvió a encerrar en el recinto para seguir con su huelga de hambre.

Cabe destacar que los agentes de la Policía Nacional tuvieron que intervenir para evitar incidentes en la iglesia de Motril. Cuando los medios lograron acceder a la sacristía se produjo un alboroto con las personas que acudían a una misa de difuntos.