La determinación de Griezmann de no firmar por el FC Barcelona y seguir en el Atlético de Madrid cambió totalmente el tablero del último mercado de fichajes. Ahora, Antoine ha reconocido que la idea de "ser segundo" de Lionel Messi en el Barça pudo influir a la hora de tomar la decisión de no fichar por el conjunto catalán.

Además, el francés ha confesado que el apoyo que recibió por parte de sus compañeros del Atlético de Madrid también pesó en la determinación final de quedarse en el equipo colchonero.

'Inconscientemente, ser lugarteniente de Messi pudo influir'

En una entrevista concedida en las últimas horas al programa deportivo Canal Football Club, que emite Canal +, el jugador rojiblanco ha asegurado que le fue sumamente complicado rechazar al Barça. "Muy difícil", ha confesado, para después admitir que los esfuerzos del Atleti "hicieron que me quedase".

Junto a su familia, señala a sus colegas de vestuario y a Diego Pablo Simeone como los verdaderos responsables de que a día de hoy permanezca en el club madrileño, sobre todo tras los malos momentos que vivió la temporada pasada. Griezmann recuerda especialmente el gesto que tuvo el entrenador acudiendo a su casa para tranquilizarle después de un partido contra el Éibar en el que los aficionados le pitaron.

Pero el 'Principito' no ha esquivado las preguntas sobre si el hecho de tener que estar a la sombra de Messi contribuyó en el instante de decir "no" al Barcelona.

"Sí, puede ser", afirma. "Inconscientemente, ser su lugarteniente pudo influir", confiesa el delantero.

Al parecer, el futbolista galo no estaba dispuesto a hacer de segundo del argentino, como le ocurrió en su día a Neymar y ahora pasa con Philippe Coutinho o Luis Suárez.

Los motivos económicos y personales

Aunque las razones de índole económica también pesaron en su decisión.

"Vinieron a hablar conmigo y me aumentaron el salario", dice en referencia al empeño de los responsables del Atlético de Madrid para quitarle la idea de irse.

Y los motivos personales tampoco los deja atrás, admitiendo que fueron días "realmente complicados". En especial para su mujer, Erika Choperena, a quien una noche despertó "a las tres de la madrugada" para hablar del asunto.

El Balón de Oro 'sería una recompensa para mi familia'

Sobre su situación actual en el conjunto que disputa sus partidos en el Estadio Metropolitano, Griezmann asevera que aún le queda mucho por hacer en el equipo. "Sé que puedo hacer crecer al club", dice en la entrevista, en la que también habla de la buena relación que le une a Mbappé.

En cuanto al Balón de Oro, "sería una recompensa también para mi familia", apunta.