Luis Enrique no era el favorito de la prensa entre los candidatos a tomar las riendas de la Roja. Sus episodios polémicos y su fama de antimadridista hicieron que la candidatura del asturiano no fuese vista con buenos ojos en gran parte de los medios españoles y de los fanáticos merengues. Pese a esto, sus decisiones parecen ir ganando adeptos con el paso de los días y tras la victoria ante Inglaterra su ciclo toma aún más fuerza.

Una España diferente con una idea clara

Esta España luce distinta a lo que se venía observando recientemente. Lo que sí no parece tener discusión es que este nuevo ciclo tiene bien claras sus ideas así como el estilo de juego que desean desarrollar en el campo de juego.

Lo mostrado por Luis Enrique y sus jugadores ante Inglaterra el sábado lo confirma. Lo que se observó en Wembley fue un equipo más vertical, con vocación al ataque, que no vaciló en encarar el área rival pese a comenzar debajo en el marcador.

El nuevo entrenador no vaciló en imponer su esquema predilecto, el 4-3-3. Desde la convocatoria se esperaba que este fuese su esquema de juego por los jugadores seleccionados y tras la salida de Diego Costas por problemas familiares esta idea comenzó a tomar mayor fuerza.

No todo en el Fútbol es dominar el balón. Este parece ser el mensaje que esta España quiere darle al mundo. No obstante, el porcentaje de balón fue para la Roja con un 57%. En el medio campo, Luis Enrique usó a jugadores como Busquets y Sergi Roberto, especialistas en romper el juego del rival, mientras que optó por futbolistas como Isco o Asensio, cuyas características son de tenencia de balón fueron usados al ataque.

El rumbo del fútbol español

Sin duda que Luis Aragonés marcó una era en el fútbol español. Desde que tomó las riendas de la absoluta en el 2004, Aragonés cambió la cara de la selección, dándole una identidad futbolística que marcó una era inigualable en el fútbol español. El estilo de juego de España del sabio de Hortaleza se convirtió en una marca de fábrica, la cual ha sido copiada por otras selecciones nacionales.

Luego de la era de Don Luis, comenzaba la de Vicente del Bosque, quien estuvo al frente del banquillo por ocho años entre el 2008 y el 2016. En ese periplo España conquistó una Copa del Mundo y una Eurocopa. Con el paso del tiempo la supremacía española se fue diluyendo hasta que terminó el ciclo de Del Bosque y con el una era dorada del fútbol español.

Ahora, de la mano de Luis Enrique, las cosas parecen estar volviendo por la senda correcta. Luis Enrique parece el heredero perfecto de Aragonés y Don Vicente. Aunque claro está que con sus propias ideas y estrategias pero con la misma convicción de poner a España en lo más alto del fútbol mundial.