El Estadio de Vallecas sigue en mal estado a pesar de las obras de remodelación que ha vivido durante este verano. El campo del Rayo Vallecano sigue en unas condiciones pésimas, y ahora se añaden andamios y restos propios de unas obras que no parecen haber dado resultado. Sin embargo, hasta ahora nunca había ocurrido ningún incidente.

Un menor de edad sufre una caída por el mal estado del fondo

El accidente lo comunica un rayista a través de Twitter, donde cuenta lo vivido justo al acabar el partido entre el Rayo Vallecano y el Sevilla. Relata que su hijo se cayó a un agujero que hay en el fondo del Estadio de Vallecas, lleno de ladrillos y material de construcción.

El aficionado no ha dudado en quejarse y realizar unas fotografías sobre el estado de las gradas y que hablan por sí solas.

Aficionados y abonados del Rayo que tienen su localidad en el fondo también han hecho suya esta reclamación, ya que fueron testigos del incidente o son conscientes de que las condiciones del campo dejan mucho que desear.

Los sevillistas, molestos por el estado de la zona visitante

Pero los aficionados locales no fueron los únicos que se percataron del lamentable estado en el que se encuentra el Estadio de Vallecas, que pertenece a la Comunidad de Madrid. Los seguidores del Sevilla que se desplazaron hasta el barrio madrileño salieron muy decepcionados por las instalaciones y el lugar destinado para los hinchas del equipo visitante.

Así han advertido en las redes sociales, donde se hacen eco de las decadentes infraestructuras de la grada lateral alta. Cuando los sevillistas comenzaban a saltar, toda la grada vibraba cual terremoto con la sensación de que en cualquier momento se iba a venir abajo. Esta impresión la tenían todos los que se encontraban sentados en esta zona, e incluso se tuvieron que levantar para pedir que no saltaran tanto, pues daba literalmente miedo.

Las obras que han tenido lugar este verano parecen no haber dado el resultado óptimo. Los asientos negros aislados en mitad de asientos rojos, junto a los baños que están destrozados, ponen en el punto de mira tanto a los encargados de llevar a cabo las obras como a los que las han contratado.

Mientras que se asegura que la remodelación del campo donde juega sus partidos el Rayo Vallecano no han acabado, los rayistas siguen con cierta percepción de que nada ha cambiado. Lo único que ahora sí temen que alguna desgracia puede ocurrir si no se toman las medidas necesarias.