Si las estadísticas estaban en contra de los Cavaliers después del segundo partido, ahora están peor. Pues ningún equipo en la historia de la NBA se ha levantado de un 3-0 para ganar una serie. Los números datan que de 134 oportunidades que se ha dado esta marca, no existe franquicia alguna que haya logrado la victoria final.

Los Cavaliers, que por primera ves en estas finales 2018 jugaban en casa, estaban obligados a ganar el partido número 2, tenían conciencia de lo que significaba perder el tercer encuentro. Liderados por LeBron James, en el cinco titular lo acompañaban, Kevin Love, J.R Smith, George Hill y el canadiense Tristan Thompson.

Desarrollo del partido

El equipo de Golden State inició su formación con JaVale McGee, Draymond Green, Kevin Durant, Stephen Curry y Klay Thompson. El MVP del 2015, Andre Iguodala volvía a verse en los calentamientos previos al partido después de haber estado ausente, una lesión en una de sus rodillas lo había dejado sin participación en los últimos partidos.

El conjunto de Cleveland lucía formidable al principio del juego, tras ganar la posesión en el inicio del compromiso, un triple de Kevin Love abrió el marcador, J.R Smith desempeñaba excelente participación aportando puntos a su equipo. Una diferencia de hasta 8 tantos lograron sobre Golden State en los primeros minutos.

Por su parte, Kevin Durant sacaba la cara por los Warriors, Curry y Thompson, caracterizados por ser buenos anotadores, no estaban encestando como se les acostumbra a ver.

Más adelante, un triple del encendido Durant, igualó las acciones a 26 puntos en el mismo primer cuarto. La respuesta de Cleveland no se hizo esperar, pero Durant volvía a aparecer para terminar el primer periodo con la mínima de diferencia, 28-29 a favor de Cleveland.

El equipo de los Warriors estuvo extrañando las apariciones de sus estrellas más destacadas, excepto por Durant.

En un momento más avanzado en el partido el mismo Steve Kerr, entrenador de los Warriors, comentó a reporteros de ESPN: “nos está salvando Durant”.

El segundo periodo no fue muy diferente, nuevamente los Cavaliers sacaban ventaja, pero esta vez mayor, un margen de 13 puntos fue la máxima diferencia sobre los Warriors en todo el partido, y se dio durante el segundo cuarto.

Golden State, de la mano de su alero, se fueron acercando hasta reducir la desventaja, finalizando el segundo periodo con un score favorable para los de LeBron 58-52.

La segunda mitad

El partido que se había caracterizado por la ventaja fluctuante de Cleveland, tuvo una variación, por primera vez en el encuentro. Restando un poco más de 9 minutos para acabar el tercer periodo, Golden State se fue al frente 63-61. Anotaciones de parte y parte fueron elevando el marcador para ambos equipos, el escore para el final del tercer cuarto fue de 83-81 a favor de los Warriors.

Los momentos más emocionantes se vivieron en la segunda mitad del compromiso. Para el cuarto periodo, el encuentro se había convertido una guerra de anotaciones donde las diferencias en el marcador eran equivalentes a una posesión de balón, Curry apareció encestando un tiro bajo el aro para después acertar un triple, el único en toda su participación.

Por su parte, LeBron respondió con un tiro de tres. La peor pesadilla de Cleveland esa noche, Kevin Durant, sentenció el partido con un triple que le daba la ventaja a los Warriors por 6 puntos, faltando 49 segundos en el cronómetro para finalizar, un par de puntos mas vinieron para Golden State, quienes se llevaron el partido con un resultado final de 110 por 102 sobre los Cavaliers.

Sin duda alguna los honores en el tercer partido de las finales de la NBA, se los lleva el máximo anotador de la noche, Kevin Durant, en su participación destacan 43 puntos, 13 rebotes y siete asistencias, seguid por LeBron James con 33 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias, por su parte Kevin Love se fue con un score de 13 rebotes, 20 puntos y 3 asistencias.