Hasta hace poco tiempo no se conocía la lista de jugadores que Lopetegui seleccionaría para jugar el Mundial de Rusia, pero parece que está a punto de cerrar la lista. Como en todos los mundiales, los aficionados al Fútbol y a la selección se mantienen los días previos enganchados a los medios, para conocer quiénes serán los elegidos.

Como también es de esperar, Lopetegui será objetivo de críticas de aquellos que no vean su sueño, de ver a cierto jugador en un mundial. E incluso si la selección no hace una buena puesta en escena y pierden en la fase de grupos, o comienzan a disgustar a los aficionados, será el primero en ser criticado por no haber llevado a otros jugadores.

No es sorprendente, ni será la primera vez, que los aficionados cuestionarán las decisiones del técnico como si supieran más de futbol que el seleccionador. Quejas aparte, en mi opinión, los jugadores que ha elegido se adecuan bastante bien a las exigencias de un mundial que durará un mes aproximadamente y que por parte del público, e intuyo que también del entrenador, se exigirá más que nunca demostrar solo que sabemos ganar ya no vale; porque son jóvenes, tienen resistencia y sobre todo, ambición de títulos que nunca han ganado.

Una selección joven y con ganas

Atrás quedó la selección a la que parecía no le costaba ganar títulos, atrás quedó la selección de estrellas, atrás quedó la selección de los paseítos.

En este mundial toca defender la camiseta, dejarse la piel, demostrar que, a pesar de la juventud de muchos de ellos, la edad no hace la experiencia, demostrar que valen, y que Lopetegui no se equivoca, que ha dejado en buenas manos la consecución de un nuevo título.

Es cierto que muchas personas dudan de que este nuevo equipo tenga la misma calidad que el viejo equipo que nos hizo soñar en otros mundiales, que consiguió levantar el mundial de Sudáfrica y que luchó en Brasil, y en otros momentos.

Sin embargo, a pesar de haber convocado a jugadores nuevos, podría haber renovado aún más la plantilla, para llegar con un nuevo equipo con ganas de ganar.

Se olvida, aunque el equipo elegido sea de calidad, que hay jugadores jóvenes esperando su momento, con ilusión, que darían la talla. Que es necesario hacer un relevo generacional, y cambiar jugadores que ya han dado todo lo que estaba en su mano.

Los jugadores necesitan oportunidades para crecer.

Esperemos victorias en los primeros partidos, y un juego que nos haga soñar, y tener esperanza, porque el público de la selección se ha vuelto un público exigente al que no todo le vale. La selección, con jugadores de calidad, también debe dar un buen espectáculo, y, como diversión que es el fútbol, volver a vivir un mundial en el que todo sean buenas sensaciones.

Y ahora, les toca a ellos no defraudar a quiénes les apoyan ante todo.