El Rayo Vallecano se alzaba con una importante victoria ante el Granada en el Nuevo Estadio de Los Cármenes. A lo lejos, la Alhambra observaba atónita como el gran juego desplegado por los de Míchel ante un conjunto granadino que ve que se escapa el sueño de Primera.

Como en cada final de partido, los aficionados rayistas y los jugadores hacen una piña, se convierten en uno, para entonar el famoso cántico de "La Vida Pirata", símbolo sine qua non del Rayo Vallecano.

Una "Vida Pirata" con Manucho de protagonista

Los jugadores del Rayo se acercaron a la grada donde se encontraban los 150 seguidores que se habían desplazado a la ciudad nazarí para apoyar a su equipo.

Fran Beltrán, que ya se había animado en el último partido para hacer de director de orquesta, volvió a dirigir el cántico, mientras que sus compañeros y rayistas hacían los coros.

Retumbaba en todo el estadio aquello de "La vida pirata, la vida mejor". Y el apoteosis final de la canción estuvo marcado por un futbolista que ayer no jugó, pero que hace equipo como el que más: Manucho.

El delantero angoleño, genio y figura hasta el final, se marcó un extraño baile ante la sorpresa de sus compañeros, que lo miraban sorprendidos. Parecía que Manucho hubiera entrado en éxtasis, cantando la canción a su manera cuando todos ya estaban dirigiéndose a vestuarios.

Las redes arden con el 'baile de Manucho'

Como era de esperar, las reacciones en redes sociales comentando el "final inesperado" de Manucho no han tardado en aparecer.

En Twitter, los rayistas se divierten con el nuevo baile del africano y no dudan en expresarlo.

El "final inesperado de Manucho" demuestra el buen ambiente que existe en el equipo, donde todos se sienten uno más y con la idea en la cabeza de que cada uno aporta.

Viento en popa, a toda vela a Primera

La celebración de la victoria iba en consonancia con la importancia que tenía el partido contra el Granada. Los dos goles de Bebé y Trejo hicieron que el Rayo Vallecano se pusiera a 5 puntos de ventaja sobre el Sporting de Gijón (3º en la clasificación) y supone un gran paso para el ascenso directo a la máxima categoría del Fútbol español.

Además, ha valido para que siga siendo el mejor clasificado de Segunda.

A falta de 4 partidos para el final de la temporada, el Rayo Vallecano sigue remando, con viento a favor y sin malos temporales, hacia el puerto que se marcaron como destino nada más comenzar esta campaña: el ansiado regreso a Primera División.