Nadie dijo que llegar a la gran final es tarea sencilla y es que se trata, en teoría, del encuentro de los dos mejores equipos del continente europeo. El Real Madrid, actual campeón de la Champions, se enfrentó al actual campeón de la Bundesliga en un partido que se ha convertido en el clásico de Europa por excelencia. El Bayern Munich saltó al terreno de juego con un objetivo claro, marcar temprano y de esta manera ejercer presión sobre su rival.
Los teutones alcanzaron su propósito a la perfección y es que apenas al minuto 3 de juego apareció, una vez más, un descuido de la defensa blanca que no supo despejar un balón al área, cuando Sergio Ramos intentó despejar de tacón y Kimmich fusiló a un Keylor Navas indefenso.
La noche mágica de Karim
Si hay un jugador cuestionado actualmente por su rendimiento es Karim Benema, no se puede negar que es un jugador con trayectoria y determinante para el Real Madrid, pero actualmente no está atravesando su mejor momento.
Los grandes jugadores saben brillar cuando su equipo más lo necesita y este fue el caso, los merengues estaban atravesando un momento difícil en la eliminación y Benzema cargó con el equipo a cuestas. Al minuto 11, ante un muy buen centro de Marcelo, el francés no perdonó y anotó el 1-1 parcial que tanto necesitaban para calmar los nervios. Con el instinto goleador que caracteriza a los jugadores de su talla, “El Gato” aprovechó un error de la defensa teutona y marcó el 2-1 a los pocos segundos de haber iniciado la segunda mitad.
Reencuentro agridulce para James Rodríguez
Sumado al interés generado al tratarse de un encuentro de semifinal de Champions estaba el factor “reencuentro” del jugador colombiano, con la que fue durante dos temporadas su casa y su afición. Se pudo observar un James profesional, entregado a su equipo y jugando en pro de su escuadra, que buscó ser la figura de su equipo al guiar el ataque bávaro.
El cafetero tomó la iniciativa al tener un total de 102 toques de balón que derivaron en 63 pases completos y su constancia se vio recompensada al marcar el empate a 2 goles al minuto 63 de juego. En vez de celebrar su gol, el colombiano pidió perdón a la grada del Madrid, gesto de cariño que el mismo jugador vio retribuido cuando fue sustituido en el minuto 83 y el Bernabéu en pie, le dedicó una sentida ovación que conmovió al jugador. Un buen partido que no decepcionó a nadie, brindando emociones de principio a fin.