Posiblemente Mohamed Salah sea el futbolista más en forma del planeta en este momento. Ayer dio todo un recital ante la Roma y dejó muy claro que quiere luchar por el Balón de Oro. Eso sí, quiso mandar un recado importante al Real Madrid y a Florentino Pérez de cara al futuro. ¡Que se preparen!
Partidazo de los que se recuerdan
Nadie esperaba que Liverpool y Roma llegarán a las semifinales de la Champions League, pero ayer dieron un auténtico espectáculo en Anfield. Tanto ingleses como italianos hicieron saltar la sorpresa en los cuartos eliminado a los dos favoritos, Manchester City y FC Barcelona y ahora se tendrán que ver las caras en la gran final con dos de los equipos más grandes de la historia, Bayern Munich o Real Madrid.
Anoche, los de Jurguen Klopp demostraron porque dejaron fuera al campeón de la Premier con unos 70 minutos memorables.
Velocidad, presión, garra y sobre todo un tridente demoledor que no dejó escapar ni una sola oportunidad. Los italianos no pudieron frenar las embestidas y se vieron con un 5 a 0 que parecía definitivo.
Un doblete de Salah, otro de Roberto Firmino y un gol de Mané hacia presagiar que todo estaba sentenciado pero los de Di Francesco nunca se rinden y en un arreón anotaron dos goles que les permite soñar con el 3 a 0 que ya le endosaron al FC Barcelona hace unos días.
Toca esperar al partido del Olímpico para saber quién será el finalista, porque ya se sabe que en el Fútbol no hay nada escrito.
La exhibición de Salah
Lo que si quedó claro en el encuentro de ayer es que Mohamed Salah es el futbolista más en forma del mundo.
Después de su partidazo quiso dejar claro que quiere luchar por el Balón de Oro y está dispuesto a todo. Si el Liverpool gana la Champions League y Egipto hace un buen papel en el Mundial, no sería nada descabellado que le pudiera arrebatar el trofeo a Cristiano Ronaldo y a Leo Messi.
Además, sus exhibiciones no ayudan a que el Real Madrid pueda ficharlo, ya que cada vez su precio es mayor y ya se habla que el Liverpool solo empezaría a negociar a partir de los 200 millones de euros.
Eso sí, el egipcio tiene muy claro que para acabar de blanco tendría que haber algunos cambios en el equipo, quiere ser la estrella y exige ser titular indiscutible a la altura de Cristiano Ronaldo. Si no es así, prefiere seguir en el equipo inglés donde ha demostrado que se puede luchar por los grandes títulos de la temporada. El culebrón está servido y puede ser muy largo.