Lanzados al título. Ese es el principal titular que dejó el enfrentamiento entre el Fútbol Club Barcelona y el Club Atlético de Madrid. Valverde le ganó la batalla táctica a Simeone gracias a un solitario gol de Leo Messi de falta directa mediada la primera parte. Los azulgrana refuerzan el liderato y ahora aventajan en ocho puntos al conjunto rojiblanco, que ve reducidas sus opciones de campeonar.

Otro récord

Leo Messi sigue batiendo récords. Esta vez gracias a un estupendo gol de falta directa. El tercero consecutivo tras los logrados ante Girona y Las Palmas.

Nadie en los últimos 30 años, había anotado de falta directa en tres jornadas consecutivas de la Liga. Lo intentaron sin éxito Ronald Koeman, Roberto Carlos, Rivaldo, Assunçao, Pantic, Fernando Hierro, Ronaldinho o Cristiano Ronaldo entre otros. Pero solo lo ha logrado el diez argentino del Barça.

Además, gracias al tanto que le anotó a Oblack, Messi ha alcanzado por vez primera en su carrera deportiva los cinco goles de falta directa en una sola temporada. Y todo ello coincidiendo con el gol 600 de una carrera meteórica. No hay adjetivos para definir las acciones de un crack sin precedentes.

Centrado en la Champions

Una vez encarrilada la Liga, toca pensar en Champions. La preocupación de Messi es total.

Andrés Iniesta tuvo que ser sustituido en el encuentro frente al Atlético y las pruebas confirman que su presencia ante el Chelsea está casi descartada. Con la hipotética baja de Iniesta y la imposibilidad de Philippe Coutinho de disputar la máxima competición continental, los problemas se multiplican para Ernesto Valverde.

La preocupación en el vestuario es importante.

Siguiendo un poco las decisiones y la forma de trabajar de Ernesto Valverde, parece claro que los dos jugadores que cuentan con más opciones de entrar en el once son Paulinho y André Gomes. Algo que en el vestuario no convence en absoluto.

La petición de Messi

Messi tiene claro a quiénes alinearía frente a Chelsea. Por un lado, Denis Suárez es el jugador más parecido a Iniesta, salvando las distancias claro está.

El gallego es ideal para mantener la posesión del balón y tiene la calidad suficiente para asociarse con sus compañeros en espacios reducidos. La otra vacante en el once, según los pesos pesados del vestuario, debe ser ocupada por Ousmanne Dembélé. El francés vino para noches como estas. Los de Conte están obligados a atacar, ya que el 0-0 no les vale, por lo que poner en banda un puñal con el ex de Dortmund, puede significar una amenaza importante.