Con la victoria la pasada madrugada frente a Detroit Pistons (por 102-98), los Golden State Warriors se aseguran otro récord, según ha informado Yahoo Sports. Siguen la estela de los mejores equipos de la historia. Los de Steve Kerr ganan seis partidos seguidos fuera de casa, poniendo así fin a su ruta lejos del Oracle Arena. Ningún equipo ha ganado más de seis partidos seguidos de visitante. Este hito no se conseguía en la NBA desde los Lakers en el 2009, aquel año en el que Pau Gasol se enfundaba el anillo de campeón de la liga.

El equipo de San Francisco consigue así reducir la ventaja con su más próximo rival, los Houston Rockets, quienes son primeros en la Conferencia Oeste, con un récord de 19 victorias y 4 derrotas.

No se puede decir que esta gira por Estados Unidos de los Warriors haya salido un viaje perfecto, ya que pierden a su estrella Stephen Curry durante al menos dos semanas, por una severa lesión de tobillo.

Durant como líder del equipo en los instantes decisivos

Como siempre, a rey muerto, rey puesto. Kevin Durant tiró del carro en ausencia de Curry, con 36 puntos frente a los Pistons, 13 de ellos en el tercer cuarto, donde el equipo californiano suele romper los partidos. El alero nacido en Washington es uno de los firmes candidatos a llevarse el premio al mejor jugador de la liga, y es el líder anímico de unos Warriors que comienzan a recuperar buenas sensaciones tras un pobre inicio de temporada.

Junto a él, Green (su compañero en el aspecto defensivo) y Thompson seguirán siendo los estandartes de unos Warriors que recibirán a los Portland Trail Blazers en el Oracle Arena.

Revancha particular ante Detroit Pistons

Por la otra parte, los Warriors se toman su particular revancha frente al equipo de Michigan. Los de Stan Van Gundy ganaron su primer duelo en el Oracle Arena de San Francisco, y tuvieron oportunidad para empatar el partido en los instantes finales, pero la férrea defensa de los Warriors, comandada por Draymond Green y Jordan Bell pudo hacer frente a las ofensivas contrarias.

El equipo de Detroit acumula cinco derrotas seguidas tras un inicio de temporada inmejorable. Las sensaciones comienzan a ser de relajación, poca motivación y desilusión para el juego.

Avery Bradley fue el máximo anotador de los locales, con 25 puntos. Le siguieron Reggie Jackson con 16 y Tobias Harris llegó a los 11. Drummond, su estrella solamente anotó 8 tantos y capturó 17 rebotes. Buscarán terminar la racha negativa y conseguir una nueva victoria la noche del domingo frente a los Boston Celtics en el Palacio de Auburn Hills.