Leo Messi está feliz. El astro culé ha regresado a Argentina para disfrutar de las fiestas navideñas con los deberes hechos. Su plan está saliendo según lo previsto. Tras tres meses de gran nivel, el campeonato doméstico se ha dejado más que encarrilado. Esos 14 puntos de ventaja con el Real Madrid permitirán a Messi llegar algo más descansado al tramo final, con el Mundial de Rusia en el horizonte.
A diferencia de años anteriores, Messi está tranquilo, relajado y feliz. El cambio de Luis Enrique por Ernesto Valverde ha creado la sintonía perfecta en Can Barça.
El 'Txingurri' está cumpliendo con creces. Es un hombre coherente, que se basa en la lógica. Da oportunidades a quién las merece, no cambia su forma de pensar y no se deja influir por factores externos. Su respeto y educación ha conquistado a la plantilla y de manera especial a un Leo Messi que está mucho más a gusto con el nuevo míster.
La plantilla valora mucho la gestión de Ernesto Valverde. Todos se sienten importantes porque saben que antes o después tienen su oportunidad. No hay más que ver el Clásico. A pesar de las bajas, Valverde no hizo cosas raras. Compitió con los que tenía y le respondieron. Vermaelen y Paulinho rindieron a gran nivel. Aleix Vidal entró desde el banquillo para anotar el tercer tanto.
Jugadores que en verano nadie hubiese pensado que pudiesen tener influencia en un Clásico.
El reto de la Champions
Con la liga más que encarrilada, ahora el reto es la Champions League. Messi sabe que este año va a estar mucho más difícil que en temporadas anteriores. Equipos como el Manchester City o el PSG han subido varios escalones, por lo que junto a Bayern, Juventus o Real Madrid el abanico de equipos aspirantes se ha elevado.
Messi no quiere dejar nada al azar. Sabe que con Valverde el equipo ha ganado en solidez y en trabajo. La recuperación de Dembelè es un plus muy importante en ataque. Pero hay un puesto que debe ser reforzado. La salida de su compañero y amigo Javier Mascherano deja un hueco vital a cubrir. Es necesario tener cuatro centrales de plenas garantías para afrontar el reto con la máxima seguridad.
El rendimiento de Vermaelen es muy bueno. Pero nunca se sabe. Las lesiones siempre han acompañado al belga y ahora que Umtiti también estará fuera un tiempo es necesario tener cubierta esa posición. Messi lo ha consensuado con Valverde. Bartomeu ya sabe que debe traer un central. Los que más gustan son Laporte e Iñigo Martínez, ambos del agrado de Messi.
Y el elegido es el donostiarra. Valverde no quiere hacer daño a su Athletic y el de la Real saldría por 32 millones de euros. Saca bien el balón desde atrás y va genial en el juego aéreo. Además conoce a varios jugadores por su presencia en la Selección. Sería un refuerzo de primer nivel.