El Real Madrid venció a Las Palmas por 3 a 0 en el Santiago Bernabéu en el encuentro correspondiente a la jornada 11 de la Liga Santander. Aunque el conjunto de Zinedine Zidane no dejó muy buena imagen le bastó una decente segunda parte para vencer a uno de los peores equipos de la Primera División.
Mal partido del Real Madrid
Los blancos necesitaban una fundamental victoria si no querían renunciar a la Liga definitivamente. El Barça que había vencido al Sevilla por 2 a 1 en el Camp Nou estaba a 11 puntos, una diferencia abismal a estas alturas de temporada.
La victoria, le deja ahora a 8 puntos que aunque difíciles parece una cifra que puede recortarse quedando aún los dos clásicos por jugar.
La primera parte del Real Madrid fue para olvidar. Ni actitud, ni presión, ni buen juego ni nada relevante que destacar para un doble campeón de Europa. El peor parado fue Karim Benzema, que nada más comenzar el choque volvió a desperdiciar una oportunidad que supuso los primeros pitos del Santiago Bernabéu.
El tema del francés empieza a ser preocupante ya que parece que el único que confía en él es Zidane. El público está totalmente en su contra y sus malas actuaciones en los últimos partidos no hacen más que incrementar la tensión entre el delantero y la afición merengue.
En la segunda mitad no mejoró mucho el juego pero con la calidad que atesoran algunos de sus futbolistas fue suficiente para marcar tres goles y ganar el partido. Casemiro de cabeza, Asensio con un golazo de bandera e Isco tras una brillante jugada colectiva sentenciaron el encuentro ante Las Palmas que mucho tiene que cambiar para no descender este año.
La reacción de Cristiano Ronaldo
Pero no solo es el mal juego lo que preocupa a los aficionados blancos. Las cifras goleadoras de Cristiano Ronaldo son ridículas a estas alturas de campeonato. Solo ha conseguido ver puerta una vez en once jornadas y se le ve totalmente frustado y decepcionado.
Muestra de ello es la reacción del portugués tras el tercer gol.
Tras la mejor jugada colectiva del Real Madrid en todo el partido el balón le llegó a Cristiano Ronaldo escorado en la banda, tiró un centro perfecto e Isco no desaprovechó la asistencia. No había marcado pero había ayudado a marcar a un compañero.
Eso no fue suficiente, en vez de alegrarse y festejar con sus compañeros, se fue cabizbajo hacía el mediocampo. Esto empieza a cansar a sus compañeros, que creen que el portugués se alegra más cuando marca aunque pierda el equipo que cuando ganan y no marca.