Corría el año 1955. Don Santiago Bernabéu se hizo una pregunta: '¿Y si trasladáramos el dominio blanco en el campeonato doméstico a Europa?'. Al fin y al cabo tenían al mejor jugador del mundo, Alfredo Di Stéfano, fichado dos años antes del Millonarios de Bogotá, equipo en el que estaba cedido por su club de origen, el River Plate.

Dicho y hecho. El club, con la ayuda del diario francés L'Equipe, impulsó la primera edición del trofeo continental que, por supuesto, ganó. Mejor aún, también se impuso en las cuatro ediciones siguientes. Cinco Copas de Europa seguidas y con Di Stéfano marcando en las cinco finales, ¡fabuloso!

Pero la saeta rubia no jugaba solo. Entre sus compañeros destacaban el mítico Ferenc Puskas, Raymond Kopa, Héctor Rial o Francisco Gento, recórdman absoluto de la competición. ¿Sería capaz el Real Madrid de sobrevivir a ese equipo de leyenda? ¿Sería capaz de trascender en el mundo sin la aportación del hispanoargentino? La respuesta la encontró en 1966, justo diez años después del nacimiento de la competición, cuando el Madrid de Amancio ganó la sexta Copa de Europa para la entidad, ya sin el crack bonaerense entre sus filas.

Larga espera

Treinta y dos años tuvieron que pasar para que el Real Madrid se impusiera de nuevo en la vieja Copa de Europa (rebautizada como Champions League) e inscribiera por séptima vez su nombre, gracias al inolvidable gol de Mijatovic en Ámsterdam.

Este club, para lo bueno y para lo malo, funciona por rachas y las dos siguientes orejonas no tardaron en llegar. La octava cayó en París, en el año 2000, y la novena en 2002, con esa imposible volea de Zidane en el estadio de Hampden Park de Glasgow, en el gol más bello que se recuerda en una final de ese calibre.

Tras un paréntesis de doce años, la décima llegó tras un gol in extremis de Sergio Ramos en Lisboa.

Dos años después, y ante el mismo rival, el Atleti, el Madrid renovó título, esta vez por penalties.

El sábado, con la duodécima, gracias a la exhibición de Cristiano Ronaldo y compañía, el Madrid se convirtió en el primer club que se impone en 2 ediciones seguidas desde que se estableció el nuevo formato( en la temporada 1992/93), y el primero en 27 años en repetir orejona.

No hay récords que se le siga resistiendo a éste club centenario.

Tras poco más de sesenta años, la Copa de Campeones Europeos sigue estando en las mismas vitrinas de antaño, las del mejor club del siglo veinte... y del veintiuno. El Real Madrid siempre será eterno.