No podía ser otro. Él nunca falla, se agranda cuando más lo necesita su equipo. El último MVP de las Finales 2016 acalló los rumores sobre su supuesto exceso de minutos (41 anoche) y la posibilidad de que el descanso afectará a los de Cleveland. Lebron James es una bestia nacida para arrasar en el baloncesto. Pasan los años y su leyenda no para de crecer. Ayer, una vez más, silenció el TD Garden con una exhibición secundada por un gran Kevin Love con 32 puntos, 12 rebotes y un magnífico 6/9 en triples.

El otro lado de la moneda lo protagonizó Boston en conjunto e Isaiah Thomas en particular.

El pequeño base sumó un nuevo doble-doble (17 puntos y 10 asistencias), pero con unos porcentajes paupérrimos. Apenas un 36,8% en tiros de campo y un pobre 28,6% desde la línea de tres puntos (31% para su equipo). Pero no todo fueron noticias malas para los de Massachusetts, Jae Crowder y Avery Bradley fueron los máximos anotadores para los 'orgullosos verdes' con 21 puntos cada uno.

La primera mitad fue un verdadero vendaval para los Cavs, favorecidos por el mal inicio de su rival, que tardaron en aterrizar en el TD Garden. Para cuando lo hicieron, Cleveland ya mandaba por 11 al final del primer cuarto y la distancia apenas descendió, todo lo contrario, en el segundo envite LeBron comandó a su equipo y al descanso contaban con una diferencia tan abismal como justa: 39-61.

Boston, mejor tras el descanso

En la segunda parte salió con otra cara. Maquilló el resultado y mejoró sus porcentajes, aunque si tu rival sigue igual de enchufado, poco puedes hacer. A pesar de todo los Celtics aumentaron considerablemente su intensidad y se fueron hasta las 33 asistencias (21 de los Cavs) y la lucha por el rebote quedó muy igualada (40-44), incluso los de verde sorprendieron con 13 rebotes ofensivos, a pesar de que bajo el aro los de Cleveland contaban con armas como Tristan Thompson, Kevin Love o LeBron James.

Si de algo se habló tras el 8-0 tanto de Cavs como de Warriors en sus respectivas series, es del excesivo descanso con el que contarían y las posibles consecuencias de no estar compitiendo. Pero esto nunca puede ser un problema si en tu plantilla cuentas con jugadores como LeBron y Kyrie Irving o Stephen Curry y Kevin Durant.

Ambos conjuntos mandan en sus eliminatorias con autoridad y nada parece impedir que volvamos a disfrutar de una nueva final entre Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers. De ser así, sería la primera vez en la historia de la NBA que se repiten las mismas Finales tres temporadas consecutivas. Primero deben cerrar las finales de conferencia y mal harían en confiarse.