Sigue coleando tres años después el fichaje de Neymar Jr. por el F.C. Barcelona, y hace escasos minutos hemos sabido que Josep Maria Bartomeu, presidente del club blaugrana, será finalmente juzgado por estafa en el fichaje y corrupción entre particulares, como consecuencia del fichaje del astro brasileño por el club catalán, en verano de 2014, y que ya provocó la dimisión del anterior presidente de la entidad culé, Sandro Rosell. El máximo mandatario del Barcelona presentó un recurso ante la Audiencia Nacional, pidiendo no tener que ser sometido a juicio oral ni acudir a declarar como imputado en la supuesta estafa del fichaje, pero dicho recurso finalmente fue rechazado y Bartomeu tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados a responder por la supuesta ilegalidad del fichaje.

Cuando el fichaje del brasileño fructificó, el presidente del club en aquel entonces era Sandro Rosell, mientras que Bartomeu ejercía de vicepresidente y responsable económico de la entidad, que cifró públicamente el montante final de Neymar en 57 millones de euros. Algo que, de ninguna manera, cuadraba en los números del Real Madrid, ya que el club blanco intentó su fichaje ese mismo verano, y las partes implicadas en el traspaso pedían en torno a los 150 millones de euros para que el astro brasileño jugara en el Santiago Bernabéu, con lo que no tenía sentido esa rebaja de 100 millones que supuestamente habrían disfrutado los azulgrana en el precio final del futbolista. La empresa DIS, una de las responsables en los movimientos del jugador brasileño, denunció al Barcelona, al Santos, a Neymar y a su padre por alteración en las cantidades acordadas previamente que se percibirían del traspaso desde Brasil rumbo a la ciudad condal, cantidades que nunca recibieron.

La sociedad tenía un 40% de los derechos de la estrella brasileña y acusan al club presidido por Bartomeu (por Rosell en aquel entonces) de pactar con la familia Neymar y el Santos un precio muy a la baja, cobrando sin embargo por otros conceptos en torno a los 40 millones de euros, de los cuales DIS no recibió ni un solo euro.

Además, se sentarán de nuevo en el banquillo a declarar junto con el presidente del Barcelona el propio Neymar, sus padres, y el ex presidente Sandro Rosell, que tuvo que salir corriendo del Camp Nou, obligado a dimitir, tras preveer la tormenta jurídica que iba a caer sobre el club en meses posteriores.