¡Vamos, vamos, Oviedo! Es una fuerte pasión. Esta hinchada está loca, loca por verte ganar. Así empezaba la previa del partido en los aledaños del Carlos Tartiere. Cánticos de la afición que estaba citada antes del comienzo del encuentro ante el Cádiz. Concretamente, a las seis y cuarto de la tarde. Sin duda, un partido muy especial, tras conseguir el merecido ascenso a Segunda División la temporada 2014 -2015 en el Estadio Ramón de Carranza. Finalmente, los azules se llevaron los tres puntos gracias a los tantos de Miguel Linares y Christian Fernández.

Ahora mismo, el Real Oviedo es cuarto con cuarenta y cinco puntos, igual que el Tenerife.

La jornada 28 en Segunda División estaba bien caldeada. El recuerdo de los 155 de Cádiz muy presente. ¿Cómo empezaba el partido en el estadio carbayón? Con casi 19.000 aficionados animando, estaba claro que la victoria debería quedarse en casa. Sin embargo, el primer susto de la tarde lo protagonizaba Susaeta. La jugada partía de Berjón, que le pasaba el balón a Christian y este último, en fuera de juego, le centraba un buen balón a Néstor. Gol anulado y a volver a empezar.

Remontada del Oviedo con orgullo, valor y garra

En el minuto 22 empezaban los problemas. Se adelantaba en en el marcador Salvi Sánchez, tras aprovechar tres fallidos rechaces del conjunto azul.

Pero, no todo estaba perdido. Ahí llegaría Saúl Berjón para centrar un gran balón que Miguel Linares remataba a la perfección de cabeza en el 42. El delantero del Real Oviedo hacía un gesto muy importante en la celebración del gol dedicándoselo a la grada de Symmachiarii.Uno a uno. Rugía el Carlos Tartiere. La afición tenía lo que quería, goles.

Tantos muy importantes para seguir soñando e instalarse cómodamente en los puestos de ascenso a Primera División. Pero, todavía habría más sorpresas en Oviedo.

La noche mágica finalizaba con el segundo tanto de Christian Fernández en en el minuto 50 de la segunda parte. Estreno además del jugador carbayón como goleador. Y entonces, estallaba el estadio. Casi 19.000 personas agitando las bufandas y celebrando este importante gol. ¿Qué más se puede pedir? ¡A seguir así, oviedistas!